Corría el año 1972 y un jovencísimo John waters de 26 años se propuso demostrarle al mundo que se puede crear una obra de arte con muy pocos recursos, un puñado de freaks locales y mucho estilo e irreverencia. El resultado es Pink Flamingos, la obra cumbre del cine underground que llevó a Waters a ser reconocido como el maestro del cine trash. Nunca antes se había hecho algo igual o remotamente parecido y todavía hoy no se ha conseguido superar el nivel de transgresión,suciedad y mugre que destila este filme.

No apta para estómagos débiles y por supuesto tampoco para mentes obtusas y cerradas, la película es un brillante ejercicio de mal gusto que para bien o para mal no deja indiferente a nadie. Filmada al más puro estilo casero y con un excelente soundtrack el filme es una constante y bella sucesión de aberraciones perpetradas tanto por la maginfica Divine (otro icono de la cultura underground y drag ) y su cohorte como por el abyecto y extravagante matrimonio Marble en una disputa por ostentar el título de persona más inmunda del mundo.

De obligado visionado, yo la utilizo para filtrar mis amistades.