Uno tiene ya una edad en que sólo con ver un minuto de película sabe ya si le va a gustar o no. Claro está que no siempre se acierta. A veces he desechado películas al minuto de empezar, y, cuando ha pasado cierto tiempo, las vuelvo a ver y me enganchan.
No es el caso de ésta que comento ahora. Nada más empezar ya sé que me va a gustar ¿por qué lo sé? Podría ser por muchos motivos: música, paisaje, ritmo... lo que tengo claro es que nada más entrar Loretta Young en escena, ya veré la película hasta el final, porque Loretta es adorable.
Ahora cuento de qué va la película:
Una muchacha de campo va a la ciudad a estudiar para enfermera, pero se queda sin dinero y se coloca de criada en casa de un diputado y su madre. Loretta enseguida destaca por su visión fresca y sincera de los asuntos políticos.
El diputado (Joseph Cotten), claro está, se enamora de Loretta, la cual se presenta para diputada por el partido, y, en ese momento, se tendrá que enfrentar a las corruptelas y a las trampas de la política que nos recuerda totalmente al mundo de hoy, porque, en realidad, nada ha cambiado desde el tiempo en que los atenienses inventaron la democracia cuatrocientos y pico años antes del nazareno..
Todo relatado en un tono amable que nos hace mantener la sonrisa durante toda la película.