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Chile Chile · Santiago
Voto de Guason:
9
Drama Ambientada en Marruecos, Túnez, México y Japón. Armados con un Winchester, dos muchachos marroquíes salen en busca del rebaño de cabras de la familia. En medio del silencio del desierto, deciden probar el rifle, sin conocer el alcance de la bala. En un instante, entran en colisión las vidas de cuatro grupos de personas que viven en tres continentes distintos. (FILMAFFINITY)
28 de febrero de 2012
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basta apreciar todo el encaminado de noticias que se vierten mundialmente en los medios masivos de comunicación, constantemente. Países como Estados Unidos, en su búsqueda implacable de hacer valer sus rigurosas políticas exteriores, que no terminan de definirse entre lo forzosamente moral o moralizante, en que lo esencial se pierde entremedio de suplicios de gente inocente, y a veces hasta propios ciudadanos suyos; países árabes como Marruecos y Túnez, en donde la imperante cultura retrógrada, y en muchos aspectos primitivas, esclavizan y perpetúan el estatus de víctimas de su gente, originándose desde factores de ignorancia, con un clima sociopolítico ferozmente monárquico; países como Japón, tan desarrollados y ampliamente modernos como son, pero que sus sistemas y dinamismos inequívocamente autómatas junto con el incesante movimiento social deja entrever una peligrosa deshumanización, que induce a muchos adolescentes a desear con ímpetu la muerte; países como México, tan tambaleantes en sus economías, y sobre todo en las bifurcaciones culturales de la sociedad, y sus rincones más vulnerables, perseguidores del espejismo del <sueño americano>, en donde el efecto colateral emerge peligrosamente. Babel no es maniquea.

Babel no es tremendista. Principalmente se debe a que sus historias independientemente del conjunto son probables en sí mismas, y están al servicio de una adaptación y recreación minuciosa de historias que se mantienen constantes en diferentes recovecos del mundo, algo que vemos retratado en los noticiarios, por ejemplo, bastante seguido. Pero aquí no se deforma, sino se adhiere una estética afín a la comprensión veraz de los sucesos y sus víctimas. En la mayoría de las discusiones se abren por márgenes de errores.En este caso es el punto de encuentro de las cuatro historias; pero dentro de mi mirada, Iñarritu no es un periodista, sino un director de cine. Y como buen director de cine es un auténtico cirujano de almas, en donde se comprende mejor al observar la utilización del valor simbólico, dentro de todos los valores de este arte tan maravilloso, por lo que en el cine es válido tener licencias, que no se entienden como probabilidades erróneas, sino como pilares eficaces en la estructuración lírica, que envuelva en la forma para esclarecer el fondo poético de las obras.

Babel es pura y tiene nombres propias. Cosa que no parece importar, o se trata de ningunear, por parte de un público ensimismado en sus preceptos, atribuyéndose a si mismos una especie de honor al ser los héroes de la cultura, y despreciar, en base a generalizaciones y términos de antaño, el cine particular de este país; cosas del tipo: Todo el cine de Estados Unidos es dependiente de grandes productoras, o que todas esas producciones son películas tipo “El Señor de los Anillos”, o que incluso todo ese tipo de grandes producciones no poseen las suficientes características para asentarse en recovecos artísticos o técnicos estimables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Guason
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