Otra maravilla, sí. A los británicos les encanta hacer películas sobre la época victoriana y pre-victoriana, la verdad es que las bordan. Sobre todo si Emma Thompson está por medio. A este tipo de películas "se les supone" una perfecta ambientación de la época en cuanto a exteriores, vestuario y fotografía. Y nunca fallan, claro, esta no es una excepción.

Adaptación de una de las típicas novelas de la famosa Jane Austen, los actores, todos más británicos que el Big Ben, clavan sus papeles como si no estuvieran realmente actuando, cosa que bien podría ser. Cuesta mucho distinguir a Emma Thompson, Hugh Grant, Kate Winslet y Alan Rickman de sus personajes: son ellos mismos trasladados dos siglos atrás. Imposible imaginar otros actores para esos papeles.

Lo único "raro" en la película es el Director, el taiwanes Ang Lee, por aquel entonces totalmente desconocido fuera de su país. ¿Que pintaba en esta película? Pues no lo sé, pero también lo borda, como si hubiera dirigido películas inglesas de época toda su vida, oiga. Supongo que simplemente se dejó llevar por el guión y los actores, sin estorbarles. Listo, el tipo.

En resumen, una maravilla de película, imprescindible para cualquier cinéfilo que se precie.