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España España · Barcelona
Voto de Risard:
4
Drama. Comedia Año 1962. Tony Lip (Viggo Mortensen) es un rudo italoamericano del Bronx que es contratado como chófer del virtuoso pianista negro Don Shirley (Mahershala Ali). Ambos emprenderán un viaje para una gira de conciertos por el Sur de Estados Unidos, donde Tony deberá tener presente "El libro verde", una guía que indicaba los pocos establecimientos donde se aceptaba a los afroamericanos. Son dos personas que tendrán que hacer frente al ... [+]
17 de noviembre de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La facilona intencionalidad del hermano más productivo de los Farrelly, nos deja con una historia fácil de encajar en cualquier sesión de tarde televisiva para mentes poco exigentes o temporalmente resacosas. Edulcorada para tener buen sabor de boca pero que deja una sensación un poco indigesta, y os diré porqué.

La visión de su señor director nos revoca una época cruda para muchos sectores pero decide contarla desde la visión más políticamente correcta para así poder arrasar en galardones tan moñas como el preciado y sobrevalorado Oscar. Es una historia que se presume de sentimentalismo barato, de facilona verborrea propagandística de una ideología que por muy correcta que nos parezca, está adornada con dulces que le restan la realidad que es, disfrazándola de árbol navideño, dejando en ridículo su propia (buena) intencionalidad.

Protagonizada por un Viggo Mortensen que se nos impone como el gran actor que es, acompañado por un Mahershala Ali que pese a ser un buen actor, puede que haya sido un poco sobrevalorado en su premiado personaje, (parece ser que la Academia le gusta hacer repetir injustificadamente como ya hicieron con Christoph Waltz en 'Django desencadenado' cuando el premiado debió ser su compañero DiCaprio, para así demostrar lo tolerantes que son con los intérpretes negros, como aquel regodeo de Washington y Berry en los premios del 2001). Más allá de premios exageradamente reconocidos, el trabajo y la complicidad de ambos intérpretes es excelente, es la marca que lo diferencia de un telefilm.

Su resultado es tan liviano que uno se queda igual habiéndola visto, que sin haberlo hecho, nos querían colar un 'Paseando a Miss Daisy 2.0' y nos la hemos tragado, pero por suerte algunos lo vemos venir y no nos la cuelan como la alabada obra que no es. Cuando uno ve que las buenas intenciones sólo crean ñoñerías inofensivas, planas y blandas, termina por aburrirse del buenismo y de lo correcto, para irse a buscar a Haneke, Lynch, Noé o Aronofsky, y que nos sacudan el cerebro de vez en cuando. No es mala, pero tampoco es buena, y es lo peor que le puede pasar a una obra, quedarse en el dintel, porque ahí es donde todo se olvida. Yo estoy a punto de olvidarla, en tres, dos, uno...


Para más críticas en instagram; @risard_egoteabsorbo
Risard
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