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Sudán Sudán · Lasinfàn Tasmela
Voto de Ok Rick:
8
Drama. Thriller Unos delincuentes de poca monta deciden atracar la sucursal de un banco de Brooklyn. Sin embargo, debido a su inexperiencia, el robo, que había sido planeado para ser ejecutado en apenas diez minutos, se convierte en una trampa para los atracadores y en un espectáculo para la televisión en directo. (FILMAFFINITY)
30 de septiembre de 2008
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Magnífica película de Sidney Lumet (director irregular pero autor de un buen puñado de grandes películas) que gira en torno al intento de atraco a un banco de un trío de perdedores.

Con admirable guión original de Frank Pearson (justo ganador del Oscar), que sabe mantener la tensión y el ritmo durante casi dos horas partiendo de una situación mínima, el film narra el fracaso inicial del plan de los atracadores (si llegó a existir algo más que "entramos", "cogemos el dinero" y "nos vamos") y la improvisación posterior de los mismos.

Fruto de ese fracaso asistimos al desarrollo del "inevitable síndrome de Estocolmo" (¿quién no se alía con Pacino y Cazale), al apoyo que reciben de parte de los ciudadanos los aprendices de atracadores, al poder de los medios de comunicación (que todo lo convierten en un espectáculo), al poder superior del FBI (que siempre pisotea a la policía local), al desvelo de la homosexualidad de Al Pacino (y que parece ser la razón principal de haberse gestado el atraco) y a otras pequeñas historias y situaciones que no dejan ser representativas de la sociedad estadounidense de la época.

Al quedar la acción reducida por ceñirse prácticamente a un escenario, la película se basa en los actores. Destacables, especialmente, Charles Durning y John Cazale, que como casi siempre (en sus pocas intervenciones en pantalla) sustituye sus diálogos por una serie de "rictus" que lo convierten en paradigma del gran perdedor.

Y por encima de todos, Al Pacino. Memorable, rico en matices y registros: tierno, enfadado, comprensivo... y, sobre todo, perdedor (esa última frase: Don't Shoot).

Finalmente, a título anecdótico, recordemos que el Óscar al mejor actor fue a las manos de Nicholson por Alguien voló sobre el nido del cuco (¿qué nos parece un ex aequo?), y ese año en diferentes categorías se dieron cita además de estas dos citadas otras como Barry Lindon, Tiburón, Nashville (las cinco nominadas a mejor película), Amarcord y Dersú Uzala.

Puede ser la razón que explique que sólo obtuviera un premio de la academia (Pearson batió, entre otros a Tonino Guerra /Fellini por Amarcord) esta sensacional película, hoy algo olvidada, cuyo (re)visionado recomiendo encarecidamente
Ok Rick
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