Wolfgang Becker (que ya había dirigido la fantástica La vida en obras) revolucionó el cine alemán y europeo (tampoco es decir mucho, señores) con esta película que se convirtió en un gran éxito (ignoro si llegó a exhibirse en USA a gran escala) en nuestro continente.

La película mezcla la comedia y el drama con el trasfondo histórico/político de la caída del Muro de Berlín. La entrada en coma, durante los tiempos de la unificación, de una mujer vinculada al partido comunista de la RDA y su posterior y milagroso despertar, lleva a su hijo (para evitar otro paro cardíaco) a ocultarle los cambios producidos recreando lo mejor posible la situación anterior.

Lógicamente, este punto de partida lleva a lo cómico: hay que grabar noticias, buscar antiguos productos (café, pepinillos), explicar cualquier visión de símbolos occidentales, etc.

Pero Becker no se queda sólo ahí, lo que podría haber convertido la película en una mera acumulación de "gags" o situaciones divertidas. Junto a ello, existe una sutil y ligera reflexión sobre lo que había sido la vida a uno y otro lado del muro (junto a críticas, especialmente al "Este", se vislumbra que ninguno de los dos modelos era plenamente acertado) y, siempre presente, el drama familiar que redunda el tono tragicómico del film.

Con un buen elenco de actores donde destaca el protagonista Daniel Brühl (aunque su amigo que falsifica los programas es un genio), se debe hacer mención a la envolvente música de Yann Tiersen y a la fotografía colorista de Martin Kukula.

Fantástica película para mayores de 30 que no hayan topado con la ESO. Si alguien la ha padecido y se acerca a esta película: LO SIENTO, no entenderá nada...... Había un muro y lo derribaron, y Berlín, que está en Alemania (Europa) se dividía en dos, RFA y RDA, y..... Bueno, que os lo explique vuestro maestro o profesor.... Ah, tampoco lo sabe. Pues a ver una peli de Van Damme (menos mal que no sabéis que es belga, que si no preguntáis qué es).

Ah, y LENIN fue un señor calvo, con bigote y mala hostia.