Durante los últimos 20 minutos eres el malo en una película de John McClane. Tienes poco tiempo para desbloquear un código y escapar pero tienes dos ases en la manga: a la hija de John McClane y a su amigo hacker. ¿Qué haces?

(a) Amenazas al hacker con matarlo si no desbloquea el código.
(b) Amenazas a McClane con matar a su hija si no se entrega.
(c) Haces ambas cosas.
(d) Te tomas unos minutos para intercambiar ingeniosos insultos por walkie.

Exacto amigos, los guionistas de la peli escogieron la "d".

Y así durante todo ese tramo final hasta que el malo es acorralado y entonces hace todo eso de golpe... Si es que es lo que tienen los malos informáticos, que deben de quedarse también colgados con el Windows Vista. Por cierto, otra escena imposible, la del caza que tanto ha dado de qué hablar. Yo sinceramente creía que iba a saltar encima de la cabina del piloto y enseñarle la placa a través del cristal para que aparcara en la acera y le enseñara los papeles del avión... ya puestos, ¿Por qué no?

En fin, que uno ve la peli y piensa un poco en ella y acaba por concluir que le falta lo que caracterizaba a la Jungla; hablo de la chispa, de ese antihéroe políticamente incorrecto que se metía en problemas, se equivocaba, se le iba la olla, pasaba de todo y se cargaba a los malos con una broma (buena).

Ahora el antihéroe se ha vuelto un héroe bastante responsable y lo que se ha vuelto anti- es la chispa. Nota mental: no ir a ver otra peli del guionista de Underworld. Y ahora os dejo, que me voy a mi videoclub de referencia a ver si tienen las dos primeras partes de la Jungla y le quitamos a esto el mal sabor de boca.