Esta película está destinada a un público completamente diferente. Yo mismo comencé a decepcionarme a la mitad de la película cuando había poca acción, pero luego me di cuenta de que no se trataba de una película de slasher típica, sino más bien de una película de terror psicológico al estilo de Stephen King sobre los demonios de la vida de un pueblo pequeño. Fue entonces cuando comencé a disfrutarlo.

Al igual que las novelas de King, la historia se desarrolla lentamente y hay varios personajes periféricos que pueden parecer poco importantes para la historia principal, pero contribuyen a la atmósfera general. La película no tiene mucha sangre ni desnudez, pero este es el tipo de película que tiene éxito casi puramente a través de su atmósfera vívida y austera, que se hizo tan bien que parte de ella me recordó el trabajo de Ingmar Bergman. La película no es perfecta, pero el director Freed muestra buen ojo para los detalles y la cinematografía deslucida es sorprendente. Nunca había visto a ninguno de los actores en otro lugar, pero la actuación principal de May Britt fue muy competente.

Definitivamente, este no es el tipo de película para los amantes del cine de terror incondicional, ya que no encaja muy bien en esa categoría de género. Más bien, es una película para espectadores más serios y pacientes que pueden apreciar un ritmo más lento sin recompensas instantáneas. Para ellos, vale la pena echarle un vistazo.