Yates me ha sorprendido para mejor. Después de cagarse, mearse y vomitar encima de la saga desde la IV película aquí parece haber querido enmendar tanto despropósito para hacer algo eficiente y efectivo.

Por supuesto, quienes hemos leído el libro -si no lo has leído no se para qué vas a ver las películas, gañan/a - enseguida veremos que hay omisiones, cambios y añadidos en el guión que pueden molestar a los puristas, pero sinceramente, la culpa no es del guionista si J.K. Rowling quiso cerrar el chiringuito con un final así, e irse con sus royalties por donde había venido.

Tampoco es culpa del guionista que la directora de Casting hace 10 años eligiera a unos niños que han crecido muy malamente, que se han quedao feúcos y pavisosos y tienen más de guiri inglés que come pescaíto frito en Mallorca que de héroes del mundo mágico.

Así pues, y haciendo memoria, podría decirse que la primera película de la saga es la que más brilla, la de Colombus,por el planteamiento tan original que tuvo y el marketing tan bien pensado que la acompañó. La tercera, la dirigida por Cuarón, es sin duda la mejor de todas, oscura, gótica, fiel en detalles, madurez del guión, trasfondo de los personales. La segunda es quizás la más fiel a los libros y por eso mere

Y de la cuarta a la penúltima puedes ahorrárterlas y releerte los libros, porque Yates le da la profundidad argumental de un capítulo de Pocoyó.