Que merito tiene B. Wilder: Tres annos después de la guerra y decide rodar una comedia bastante ácida en Berlin acerca de la ayuda y situación de las tropas americanas en la ciudad.
Me imagino lo difícil de rodar allí, convencer a un estudio a aprobar un guion que no deja al ejercito americano como honorable, aunque mucho menos al pueblo alemán. No hay épica, ni heroes victoriosos, tampoco hay malvados nazis, aunque Hitler haga un cameo, hay personas con necesidades reconociblemente humanas que tienen que lidiar con la situación que viven y seguir adelante con la suerte de vida que les ha tocado.
Y todo funciona a la perfección: un guion sin tacha, unos personajes que encandilan, de los que ninguno es perfecto, no son heroes, pero mantienen su gran atractivo a lo largo de su evolución. Actores profesionales, sin alardes, pero sin trampas, sin excesos. Comedia inteligente.
70 annos después de su rodaje, y se disfruta con una sonrisa continua.
Enhorabuena Mr. Wilder. Hats Off