Inapagable muestra del talento de G. Méliès para recrear el ambiente del fondo del mar y dotar a la acción de un criterio de verosimilitud y realismo más que notables.
La superposición de planos siempre fue una de las grandes habilidades del director francés y en este caso hace gala de una limpieza formal y de una destreza material que raya en la perfección.
Admirable cortometraje lleno de sentido del ritmo y de factura impecable.
ABSENTA
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?