Añadir a mi grupo de amigos/usuarios favoritos
Puedes añadirle por nombre de usuario o por email (si él/ella ha accedido a ser encontrado por correo)
También puedes añadir usuarios favoritos desde su perfil o desde sus críticas
Nombre de grupo
Crear nuevo grupo
Crear nuevo grupo
Modificar información del grupo
Aviso
Aviso
Aviso
Aviso
El siguiente(s) usuario(s):
Group actions
You must be a loged user to know your affinity with ABSENTA
- Recomendaciones
- Estadísticas
- Sus votaciones a categorías
- Críticas favoritas elegidas por ABSENTA
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de ABSENTA:
9

Voto de ABSENTA:
9
6,5
1.142
Drama. Cine negro. Intriga
Queriendo ayudar a su sobrina, Nell Forbes (Marilyn Monroe), su tío Eddie la ofrece como niñera de ocasión a una pareja del hotel donde él trabaja, para que cuide de su hija mientras ellos van a la fiesta a la que han sido invitados. Pero, cuando Nell comience a flirtear con Jed (Richard Widmark), el rechazado pretendiente de la cantante del hotel, irreprimibles impulsos de su fuero interior van a querer salir a flote... y la niña va a ... [+]
23 de abril de 2017
23 de abril de 2017
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tarda en entrar en materia pero incluso la falta de acción despierta interés porque los diálogos resultan sugerentes y la parsimonia, en este caso, no pertenece al ámbito de lo inexpresivo.
El mérito también corresponde a R. Widmark, a M. Monroe y a la magnífica dirección de R. W. Baker.
Poco a poco el fuego lento hace acto de presencia, una fuerte carga psicológica se adueña de todo, el presagio se levanta de su sueño, los susurros de la niebla toman voz propia, el fondo oscuro del vacío se cierne como una pesadilla que hace temblar al celuloide como una premonición de mal agüero.
A partir de ese momento no es posible apartar los ojos de la pantalla.
En eso consiste la magia del cine.
El mérito también corresponde a R. Widmark, a M. Monroe y a la magnífica dirección de R. W. Baker.
Poco a poco el fuego lento hace acto de presencia, una fuerte carga psicológica se adueña de todo, el presagio se levanta de su sueño, los susurros de la niebla toman voz propia, el fondo oscuro del vacío se cierne como una pesadilla que hace temblar al celuloide como una premonición de mal agüero.
A partir de ese momento no es posible apartar los ojos de la pantalla.
En eso consiste la magia del cine.