Y digo sin matices porque lo único ¿novedoso? de esta película con respecto a las otras cintas comerciales es la producción, que se nota casi en cada secuencia (hasta el hartazgo, por cierto). Cuando se acaba la capacidad de (relativa) sorpresa por la construcción del mundo visual en que tanto esfuerzo material y humano se ha debido de poner (lo mejor de la cinta), empieza el tedio, los tópicos, los giros argumentales vistos una y otra vez... La presentación de la historia es aceptable, pero en cuanto ésta arranca (el aprendizaje del supuesto nuevo infiltrado en el mundo de los indígenas) y se desarrolla (el impulso de la estrategia militarista para hacerse con su territorio) todo resulta previsible, los personajes maniqueos, las ideas políticamente correctas hasta la náusea... Hasta el ritmo resulta cansino, obsesionados los autores por no dejarse nada en el tintero - en este tipo de cine no han llegado a aprender que existen elipsis -. La última hora es casi insoportable salvo para aquéllos que disfruten por una buena batalla con un gran despliegue de armamento futurista.