De lo mejor a lo peor:

LO BUENO
1) Gabriel se come la pantalla con su carisma, tanto cuando lo representan como un imbécil como en el final y su romance con Belcebú, el cual ya ensombrece todo lo demás. Todas sus interacciones con Crowley son oro puro.

2) Crowley y Aziraphale siguen teniendo una dinámica de COLEGAS genial. Tienen ese carisma especial en el que podrías ver un capítulo entero (40 min) en el que se limitaran a tirar pan a los patos y seguiría siendo entretenido.

LO REGULAR
3) Por contra, las subtramas impiden exprimir al máximo a los personajes. Y aquí empieza la cuesta abajo. Se solapan varias tramas:
>Gabriel y su amnesia
>El romance lésbico que nadie ha pedido y ocupa el 75% del guion
>Los ángeles y los demonios tratando de capturar a Gabriel
> El pasado de Crowley y Aziraphale.
A nivel de trama, cabe reconocer que lo más interesante es lo último, es decir, la amistad entre los dos protagonistas. Lamentablemente, en los 240 minutos de temporada apenas se destinan unos 10-15 minutos a desarrollarlo.

4) Ligado a lo anterior, el resto de tramas obligan a que los protagonistas no sean protagonistas. Crowley queda relegado a un papel tremendamente secundario en las otras tres tramas: con Gabriel apenas habla un par de veces (momentazos), con las lesbianas intenta que se enamoren haciendo que llueva, vigilándolas momentáneamente y ya está, y con el papel de los ángeles y demonios es cuando se puede lucir un poco, solo que esto ya acapara el penúltimo capítulo, y para entonces apenas ha tenido tiempo de pantalla.

Por su parte, Aziraphale tiene un papel absolutamente segundón. ¿Sus "misiones"? Echarse un viaje que no aporta nada a la conclusión final, y organizar un baile que terminará siendo invadido por demonios (a los que hace frente lanzando su aureola, aunque no se explica las consecuencias de este acto).

LO MALO
5) El romantiqueo. Si algo me gustaba de la primera temporada era que se presentaba un guion basado en las historias de dos amigos. Ya me agotaba que todas las series tuvieran que tener su dosis de romances completamente innecesarios. ¿Acaso no pueden dos personajes vivir una aventura sin terminar enamorándose? ¿Cómo veríais que Sam y Frodo se enrrollaran al final de la trilogía? Pues eso. Aquí, hay tres tromances:
> Unas lesbianas que no están en la primera temporada y que no le importan a nadie. La chica negra tiene una relación tóxica con un tío, a lo que descubre que como se queda encerrada con la gorda fea igual es bisexual. Y en el asedio de los demonios se dedican a hacer frente a los malos lanzándoles libros y vaciando extintores sobre ellos. Qué guay. A cagar.
> El romance de Grabriel con Belzebú. No tiene ni 5 minutos de pantalla (son flashbacks), queda relegado al final de la serie, y aun así tiene más química, intimidad, empatía, emoción y mensaje que ninguna de las otras relaciones. Debo reconocer que vi ese flashback del tirón varias veces porque es con diferencia el mejor momento de la serie.
> El romance totalmente inesperado de Crowley con Aziraphale. O sea, en serio, ¿hola? Esto ocurre en el capítulo final y tuve que verlo tapándome la cara con vergüenza ajena. Resulta que las lesbianas le vienen a decir a Crowley que quizás él es gay y no lo sabe, y que tiene que expresar sus sentimientos a Aziraphale. Y Crowley pasa repentinamente a estar enamorado del colega. Es HORRIBLE. Todo el mensaje de la química de amistad entre ambos bandos se va al traste. Si querían reflejar el romance entre el cielo y el infierno ya lo habían dejado claro con Gabriel y Belzebú, pero nuestros protagonistas eran, ERAN, el reflejo de la AMISTAD entre dos naturalezas opuestas. Se complementaban con las capacidades y poderes. Pero no, ahora son parte de un romance.

En fin. Si hubieran eliminado la subtrama lésbica habrían podido desarrollar una aventura genial, pero esto es Amazon y 2023, y sabemos lo que implica. Mirad la serie hasta la discusión final y punto. Ahorraos el beso y la serie mejorará.