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Voto de Revista Contraste:
7
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7
6,3
8.206
Drama
Biopic de Lady Di que cuenta la historia de un fin de semana crucial a principios de los años 90, cuando la princesa Diana -de nombre Diana Frances Spencer- decidió que su matrimonio con el príncipe Carlos no estaba funcionando, y que necesitaba desviarse de un camino que la había puesto en primera fila para algún día ser reina... El drama tiene lugar durante tres días, en una de sus últimas vacaciones de Navidad en la Casa de Windsor ... [+]
22 de noviembre de 2021
22 de noviembre de 2021
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La princesa Diana ha dado lugar a varias adaptaciones de su vida para la pequeña y la gran pantalla. Pablo Larraín también se aproxima a este personaje en su film pero lo hace de una manera muy particular, casi rozando el terror psicológico.
La recreación de la época es impecable, pero hay que decir que Spencer no es una película clásica para deleitarse con la elegancia del universo que rodea a una familia real. Al contrario, son casi dos horas de angustia que se va generando despacio pero sin tregua. A pesar de que es una historia que hemos oído muchas veces, el enfoque consigue que resulte perturbadora.
El director ha elegido tres días de las vacaciones de Navidad de 1991, en la finca de Sandringham, para seguir a la protagonista en lo que pudo suceder entonces y construir, poco a poco, su malestar con los parientes políticos. Para ello, no utiliza un exceso de diálogos, sino que se acerca con la cámara para captar expresiones que evidencien la opresión. Y lo logra de tal modo que el espectador también se siente absorbido y arrastrado hasta acabar sufriendo con ella.
Una de las claves del éxito es la gran interpretación de Kristen Stewart, que lleva hasta un extremo enfermizo la relación de Diana con la realeza, sus trastornos alimentarios o sus tanteos de ideas suicidas. La caracterización física está también muy conseguida y, junto con la banda sonora, aportan realismo y mucha tensión al relato.
Con todos estos ingredientes, Larraín propone una visión diferente y emotiva de una personalidad icónica, que despierta en el público varios sentimientos a la vez. Y, aunque la cinta avanza a ritmo pausado, la audiencia se va asfixiando junto con Lady Di, a medida que transcurren los minutos y acaba deseando que ojalá no haya nadie tan infeliz en el planeta como se expone que lo fue Diana Frances Spencer.
www.contraste.info
La recreación de la época es impecable, pero hay que decir que Spencer no es una película clásica para deleitarse con la elegancia del universo que rodea a una familia real. Al contrario, son casi dos horas de angustia que se va generando despacio pero sin tregua. A pesar de que es una historia que hemos oído muchas veces, el enfoque consigue que resulte perturbadora.
El director ha elegido tres días de las vacaciones de Navidad de 1991, en la finca de Sandringham, para seguir a la protagonista en lo que pudo suceder entonces y construir, poco a poco, su malestar con los parientes políticos. Para ello, no utiliza un exceso de diálogos, sino que se acerca con la cámara para captar expresiones que evidencien la opresión. Y lo logra de tal modo que el espectador también se siente absorbido y arrastrado hasta acabar sufriendo con ella.
Una de las claves del éxito es la gran interpretación de Kristen Stewart, que lleva hasta un extremo enfermizo la relación de Diana con la realeza, sus trastornos alimentarios o sus tanteos de ideas suicidas. La caracterización física está también muy conseguida y, junto con la banda sonora, aportan realismo y mucha tensión al relato.
Con todos estos ingredientes, Larraín propone una visión diferente y emotiva de una personalidad icónica, que despierta en el público varios sentimientos a la vez. Y, aunque la cinta avanza a ritmo pausado, la audiencia se va asfixiando junto con Lady Di, a medida que transcurren los minutos y acaba deseando que ojalá no haya nadie tan infeliz en el planeta como se expone que lo fue Diana Frances Spencer.
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