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6
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Intriga. Thriller
Basada en la novela de Agatha Christie, publicada en 1937. "Muerte en el Nilo" es un thriller de misterio dirigido por Kenneth Branagh sobre el caos emocional y las consecuencias letales que provocan los amores obsesivos. Las vacaciones egipcias del detective belga Hércules Poirot, a bordo de un glamuroso barco de vapor, se ven alteradas por la búsqueda de un asesino cuando la idílica luna de miel de una pareja perfecta se ve truncada ... [+]
18 de febrero de 2022
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kenneth Branagh retoma el hilo que su personaje dejó en 2017 en Asesinato en el Orient Express. Sigue fiel a su compositor de cabecera Patrick Doyle, con Ridley Scott de nuevo como productor y con Haris Zambarloukos como director de fotografía, con quien trabajó en la anterior adaptación de Agatha Christie y en Belfast.
El conjunto de su propuesta cumple con las expectativas de una traslación literaria tan popular como esta: elegancia formal, ambientación detallista, dirección de actores impecable y un ritmo propio de otras épocas, como la que retrata.
No obstante, Muerte en el Nilo sí que se atreve a contemporizar y a alterar un poco el tono en algunos pasajes más sensuales, que forman parte del subtexto de la película. Y es que, en cierto sentido, lo que Michael Green hace en el guion es un repaso, ligero, a los diferentes tipos de amor y las pasiones que los condicionan: los prohibidos, los subyugados madre-hijo, los dominantes e injustos, los platónicos, los lésbicos y los despechados.
Como se ha dicho, la trama se construye con una estructura muy análoga a las narrativas del siglo XX. Por un lado, el arranque es pausado, transcurre lentamente a modo de llamada al espectador para que se fije y cree hipótesis antes, incluso, de que lleguen los crímenes. Parece una llamada a que el público se convierta en un Poirot, sosegado y secundario, de mirada personalista y personalizadora.
Por otro lado, sin embargo, el relato se acelera y corre quizá demasiado deprisa en el último tramo: algunas acciones pueden resultar incluso confusas en la vorágine final. Esta mezcla es curiosa, pero no impide disfrutar con las conjeturas, los giros y el drama apoteósico.
www.contraste.info
El conjunto de su propuesta cumple con las expectativas de una traslación literaria tan popular como esta: elegancia formal, ambientación detallista, dirección de actores impecable y un ritmo propio de otras épocas, como la que retrata.
No obstante, Muerte en el Nilo sí que se atreve a contemporizar y a alterar un poco el tono en algunos pasajes más sensuales, que forman parte del subtexto de la película. Y es que, en cierto sentido, lo que Michael Green hace en el guion es un repaso, ligero, a los diferentes tipos de amor y las pasiones que los condicionan: los prohibidos, los subyugados madre-hijo, los dominantes e injustos, los platónicos, los lésbicos y los despechados.
Como se ha dicho, la trama se construye con una estructura muy análoga a las narrativas del siglo XX. Por un lado, el arranque es pausado, transcurre lentamente a modo de llamada al espectador para que se fije y cree hipótesis antes, incluso, de que lleguen los crímenes. Parece una llamada a que el público se convierta en un Poirot, sosegado y secundario, de mirada personalista y personalizadora.
Por otro lado, sin embargo, el relato se acelera y corre quizá demasiado deprisa en el último tramo: algunas acciones pueden resultar incluso confusas en la vorágine final. Esta mezcla es curiosa, pero no impide disfrutar con las conjeturas, los giros y el drama apoteósico.
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