“Torrente 2: Misión en Marbella” (2001) la he visto tropecientas mil veces, pero me sigue descojonando como la primera. Es verdad que puede ser un poco menos fresca que la primera, que supuso un aldabonazo en nuestro cine al recuperar para la taquilla la comedia de sal gruesa (aunque había algunos antecedentes en la misma línea), pero mantiene incólumes las líneas maestras del éxito: chabacanería, mal gusto, chistes de barra de bar, un personaje con tirón, un villano espléndido (genial José Luis Moreno y su mono), secundarios solventes y un montón de cameos a cual más desternillante (Juanito Navarro de improbable – o no tanto – alcalde, Cristina Tárrega de ama de casa puta, Jesús Bonilla de marido cornudo, López Vázquez de cliente fascistón, Wyoming de jefe policial…). La historia tampoco importa mucho, ya que se trata de concatenar gags y barrabasadas una detrás de otra. Santiago Segura es uno de los más firmes pilares de nuestra industria cinematográfica y un director de una inteligencia notabilísima. Muy recomendable.