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España España · Barcelona
Voto de reporter:
5
Drama. Comedia Walter Black (Mel Gibson) es un hombre que padece una profunda depresión. Su única vía de escape, su único consuelo, es una marioneta que representa a un castor, al que trata como si fuera una persona. Perseguido por sus propios demonios, Walter, que fue en otro tiempo un exitoso ejecutivo de una empresa de juguetes, emprenderá con su marioneta un viaje de autodescubrimiento... (FILMAFFINITY)
27 de mayo de 2011
15 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de que los piratas del Caribe capitaneados por Johnny Depp y Penélope Cruz desembarcaran en La Croisette, no debieron ser pocos los que creyeron que ahí se acabarían las concesiones al cine hollywoodiense por parte del Festival de Cine de Cannes, que por identidad, es una celebración a la que se supone cierta alergia a los productos que configuren el mainstream del séptimo arte. Pero la organización tenía escondida en la manga una propuesta similar, que en el fondo fue agradecida -al menos antes de su proyección- por parte de una crítica que a aquellas alturas de certamen ya empezaba a sentir los efectos del conocido como cine de autor. Al fin y al cabo, ahí estaba una película que teóricamente no debía exigir ningún tipo de esfuerzo extraordinario para su digestión.

Dejando de lado el verdadero poco calado mediático del filme (tenemos a Jodie Foster, que ejerce de directora... y que lleva tiempo sin tener un peso importante en alguna cinta mínimamente interesante; está también Mel Gibson, que últimamente aparece más en la prensa rosa -y amarilla- que en la cinematográfica, y cuya carrera hace años que suscita mucho más interés cuando está detrás de las cámaras), todo estaba listo en el Palais des Festivals para extender una vez más la rentable alfombra roja del glamour, lo cual, sumado a los avances vistos hasta el momento, hacía suponer que ante nosotros aguardaba una cinta que haría de su intrascendencia su principal atractivo.

Y esto que la premisa de la que arranca la película en cuestión es sin lugar a dudas estimulante y ofrece no pocas oportunidades atractivas. "El complejo de castor", así es como se ha traducido el título de la cinta en determinados países, haciéndose así referencia al curioso comportamiento que presenta su protagonista, encarnado por un versátil y más que correcto Mel Gibson. El personaje responde al nombre de Walter Black, un apellido que juega un papel ciertamente cínico, al ser éste un indicativo perfecto de cómo ve el pobre hombre su existencia. ¿Pobre? Sí. A pesar de vivir en una casa espectacular, de tener una familia aparentemente modélica y de triunfar en el mundo de los negocios, no hay nada que levante el ánimo de este hombre permanentemente sumido en un terrible estado depresivo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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