Chris Rock es el narrador de esta historia de aquelarres, basándose en el cuento de Road Dahl, y que ya tuvo otra adaptación cinematográfica dirigida por Nicolas Roeg en 1990 titulada en España "La maldición de las brujas"con una Angelica Huston desatada. 

Rock es la versión adulta de Charlie Hansen, un niño enviado a vivir con su abuela Agatha después de que sus padres murieran en un accidente de coche. La abuela hace todo lo posible para que el pobre niño se anime y se lo lleva de vacaciones a un hotel junto a la playa. Lo malo es que se va a celebrar una reunión de brujas que odian a los niños y con una pócima mágica los convierten en ratones.

Anne Hathaway con un acento marcado de Europa del este y algo sobreactuada en sus movimientos interpreta a la malvada bruja que ha ideado el plan loco de convertir a todos los niños del mundo en roedores. Octavia Spencer es la bonachona abuela, mientras que el director del hotel donde se cuece todo es ni más ni menos que Stanley Tucci, que ya coincidió con Hattaway en "El diablo viste de Prada".

Robert Zemeckis que siempre nos tiene acostumbrados a unos efectos especiales de vanguardia, asume la dirección, bajo la producción de Guillermo del Toro y Alfonso Cuaron.

Capturando bien el espíritu de los cuentos de Dalh, que ya se han adaptado al cine títulos como "James y el melocotón gigante","Charlie y la fábrica de chocolate" o "Matilda", Zemeckis con su virtuoso manejo de la cámara nos ofrece una película muy entretenida para grandes y pequeños, pero sin llegar a impresionar.
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