Para todo el que haya leído el libro se le debe indicar que la película no le defraudará, ya que aunque adaptar el texto es muy complejo debido a lo extenso de la historia (no de páginas), aun así recoge con bastante éxito la narración.
La película cuenta con la dirección de Rob Marshall, un hombre que ya sorprendió con su impresionante "Chicago", y que en este caso vuelve a dar en el clavo con esta historia de amor prohibido.
Rob Marshall inunda la película con explosiones de colores y baños de notas, que hacen que el espectador viaje a un país lejano y en una época lejana, quedándose hipnotizado desde el principio con el transcurso de la historia.
A ese hipnotismo ayuda un vestuario, un maquillaje y una trabajo de peluquería realmente soberbio. Se nos hace llegar una cultura ancestral, la cual está llena de tradiciones y hasta el más mínimo detalle tiene un importacia crucial. Y eso está muy bien reflejado en estos tres departamentos nombrados.
Por otro lado las interpretaciones son realmente buenas. Todos los actores hacen un trabajo espectacular dando vida a todas estas personas atrapadas en un mundo que obligatoriamente les toca vivir para poder sobrevivir.
Además todas las actrices son realmente guapas, tal y como indica el concepto de geisha, y eso hace que todo lo que rodea a ese personaje (vestuario, maquillaje...) se resalte más.
Aunque (y esto es una opinión muy personal) la actriz principal a mí no me parece nada guapa. Y eso como espectador me chirría bastante, porque yo personalmente no entiendo como pueden sentir tanta debilidad los hombres por ella, cuando les rodean otras mujeres mucho más atractivas. El único soporte que le encuentro son sus increíbles ojos celestes; los cuales atraen de manera hipnótica.