Nos encontramos ante una de las mejores películas alemanas que he visto, y que por muchas veces que la vea la sigo disfrutando.
La historia narra el momento en que una sociedad consiguió la libertad tan esperada, y como todo su mundo cambió de manera radical.
Uno se emociona y se ríe al observar a esa familia encabezada por un joven, que intentará ocultar a su madre el cambio radical que sufre su país, con el único fin de que su delicada salud no empeore. Su madre no será consciente de la caída del muro de Berlín y la desaparición de su tan amado país comunista.
Daniel Brühl realiza una interpretación magnífica dando vida a este joven que transformará todo lo que rodea con tal de hacer más llevadera la vida de su madre. Su interpretación está llena de momentos geniales, haciendo que uno no pueda más que aplaudir.
Debo destacar de este film la maravillosa banda sonora y la gran dirección artística. Ambas secciones nos llevan de la mano hacia los años 80 a través de un grandísimo trabajo, haciendo que uno crea que la película está rodada en esa época y no en el siglo XXI.
En fin, impresionante film muy recomendable de ver con el que uno será testigo de uno de los momentos históricos del siglo XX, y observará la vida de esa sociedad con tristeza y con humor al ver el cariño de un hijo por su madre, al ser capaz de mover las situaciones como un gran malabarista.