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Voto de Fernando Cobo:
7
6,8
58.873
Intriga. Thriller
Después de ser secuestrado, Paul Conroy (Ryan Reynolds), contratista civil en Irak, se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera, sin más recursos que un teléfono móvil y un mechero. El teléfono podría ser el único medio que lo salvara de esa mortal pesadilla, pero la precariedad de la cobertura y la escasa batería parecen obstáculos insuperables en su lucha contra el tiempo: sólo dispone de 90 minutos para ser rescatado ... [+]
28 de febrero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es indudable la originalidad de Buried, la habilidad de la puesta en escena, la angustiosa interpretación de Ryan Reynolds y la maestria de Cortés para tenernos casi asfixiados durante el metraje.
Nos encontramos ante una película de terror psicológico, no carente de crítica social, burocrática y empresarial. Es interesante como se muestran estas aristas sin salir en toda la película de un cubículo de las dimensiones de un ataud.
Pero todas estas lecturas paralelas, más allá de la tensión provocada por la angustiosa situación del protagonista, no serían posibles sin el segundo protagonista inanimado: el teléfono. Y aquí es donde Cortés comete los pocos errores de la película, prima los argumentos paralelos mencionados e incurre así en las situaciones poco creible que la mayoría de espectadores achacan a esta cinta, y que desarrollaré en el spoiler.
La crudeza y veracidad de la situación en la que se encuentra el protagonista se ven mermadas por la pretensión de Cortés de querernos mostrar cuán estúpido y burocrático puede ser el ser humano en una encrucijada de este calibre, personificada en los personajes de los que sólo conoceremos la voz.
Sin estos matices, la película hubiera sido perfecta. Lástima no haber limado estos detalles de incongruencia, aunque siempre puede escudarse Cortés en la típica frase de "no sabemos cómo nos comportaríamos en esta situación"
Nos encontramos ante una película de terror psicológico, no carente de crítica social, burocrática y empresarial. Es interesante como se muestran estas aristas sin salir en toda la película de un cubículo de las dimensiones de un ataud.
Pero todas estas lecturas paralelas, más allá de la tensión provocada por la angustiosa situación del protagonista, no serían posibles sin el segundo protagonista inanimado: el teléfono. Y aquí es donde Cortés comete los pocos errores de la película, prima los argumentos paralelos mencionados e incurre así en las situaciones poco creible que la mayoría de espectadores achacan a esta cinta, y que desarrollaré en el spoiler.
La crudeza y veracidad de la situación en la que se encuentra el protagonista se ven mermadas por la pretensión de Cortés de querernos mostrar cuán estúpido y burocrático puede ser el ser humano en una encrucijada de este calibre, personificada en los personajes de los que sólo conoceremos la voz.
Sin estos matices, la película hubiera sido perfecta. Lástima no haber limado estos detalles de incongruencia, aunque siempre puede escudarse Cortés en la típica frase de "no sabemos cómo nos comportaríamos en esta situación"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Son varios los elementos que resultan inverosimiles en la película, en lo que al comportamiento del protagonista se refiere.
- En primer lugar, el uso excesivo que hace del teléfono, UNICO arma útil que tiene en ese cubículo, y que en vistas de que pueda quedarse sin batería, debería, no sabiendo realmente cuánto ésta podrá durar, haberse cuidado de conservar más de lo que lo hace.
- A este respecto, por muchos afectos sentimentales que pongamos por razón, la llamada a la madre, enferma quizá de alzheimer, resulta algo totalmente prescindible. Conversación surrealista. Ya le dirás lo que la quieres si sales de ahí. Y en todo caso, ¿qué importa? Si ni siquiera se acuerda ya de ti o de que tiene un hijo.
- SI te dicen, además de que deberías haberte dado cuenta, que pongas el teléfono sin el vibrador porque consume más, ¿por qué haces lo contrario y lo que le quitas es la melodía?
- Igualmente, y es el mayor tropiezo del film, los minutos que el director de recursos humanos de su empresa emplea en hacerle un contrato telefónico, previo aviso de que va a ser grabado, y que no hay que ser muy listo para saber por dónde va a ir. Aguantar contestando "SI", cuando está claro que se van a librar de toda responsabilidad, y no encolerizar o colgar el teléfono, resulta hasta insultante.
- Una serpiente se cuela por el único agujero del ataud. Una serpiente sí, pero la arena no. Y aunque esté en posición lateral, la arena debería haber entrado.
Y más aún, aceptemos que una serpiente haya entrado, son reptiles y se mueven bajo tierra, pero ¿a cuánta profundidad? ¿un metro? Dado que el móvil tiene cobertura, se supone que muy profundo no debe estar enterrado. ¿Por qué Ryan en ningún momento, cuando la arena está entrando y el ataud está bastante deteriorado en sus listones superiores, hace amago de intentar elevarse, salir? ¿Por qué sale la serpiente de frente por sus tobillos? ¿Había entrado por la cintura? ¿no se le ocurre mejor idea que provocar un fuego dentro de un ataud de madera? Con el consiguiente peligro de arder, y de que el poco oxigeno que le queda, quede consumido? ¿No hubiera sido más lógico, dado su posición, haber intentado patear a la serpiente a sus pies? Sin duda a esto no se le puede buscar razonamiento lógico porque nos encontramos ante un recurso angustioso que Cortés quiso utilizar sin pensar en los múltiples interrogantes.
- Tema móvil, una blackberry. No se le ocurre en ningún momento cambiar el idioma. Y más allá, ¿no tiene gps el móvil? ¿alguna aplicación de posicionamiento? Hubiera bastado usar esa función para saber incluso con exactitud las coordenadas en las que se encuentra.
- En primer lugar, el uso excesivo que hace del teléfono, UNICO arma útil que tiene en ese cubículo, y que en vistas de que pueda quedarse sin batería, debería, no sabiendo realmente cuánto ésta podrá durar, haberse cuidado de conservar más de lo que lo hace.
- A este respecto, por muchos afectos sentimentales que pongamos por razón, la llamada a la madre, enferma quizá de alzheimer, resulta algo totalmente prescindible. Conversación surrealista. Ya le dirás lo que la quieres si sales de ahí. Y en todo caso, ¿qué importa? Si ni siquiera se acuerda ya de ti o de que tiene un hijo.
- SI te dicen, además de que deberías haberte dado cuenta, que pongas el teléfono sin el vibrador porque consume más, ¿por qué haces lo contrario y lo que le quitas es la melodía?
- Igualmente, y es el mayor tropiezo del film, los minutos que el director de recursos humanos de su empresa emplea en hacerle un contrato telefónico, previo aviso de que va a ser grabado, y que no hay que ser muy listo para saber por dónde va a ir. Aguantar contestando "SI", cuando está claro que se van a librar de toda responsabilidad, y no encolerizar o colgar el teléfono, resulta hasta insultante.
- Una serpiente se cuela por el único agujero del ataud. Una serpiente sí, pero la arena no. Y aunque esté en posición lateral, la arena debería haber entrado.
Y más aún, aceptemos que una serpiente haya entrado, son reptiles y se mueven bajo tierra, pero ¿a cuánta profundidad? ¿un metro? Dado que el móvil tiene cobertura, se supone que muy profundo no debe estar enterrado. ¿Por qué Ryan en ningún momento, cuando la arena está entrando y el ataud está bastante deteriorado en sus listones superiores, hace amago de intentar elevarse, salir? ¿Por qué sale la serpiente de frente por sus tobillos? ¿Había entrado por la cintura? ¿no se le ocurre mejor idea que provocar un fuego dentro de un ataud de madera? Con el consiguiente peligro de arder, y de que el poco oxigeno que le queda, quede consumido? ¿No hubiera sido más lógico, dado su posición, haber intentado patear a la serpiente a sus pies? Sin duda a esto no se le puede buscar razonamiento lógico porque nos encontramos ante un recurso angustioso que Cortés quiso utilizar sin pensar en los múltiples interrogantes.
- Tema móvil, una blackberry. No se le ocurre en ningún momento cambiar el idioma. Y más allá, ¿no tiene gps el móvil? ¿alguna aplicación de posicionamiento? Hubiera bastado usar esa función para saber incluso con exactitud las coordenadas en las que se encuentra.