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España España · Almería
Voto de Gabriel Ufa:
2
Terror Londres, años 70. El inspector Murray de Scotland Yard, investigando unas extrañas muertes, llega a la conclusión de que se enfrenta a un caso de vampirismo. Decide entonces pedir ayuda al profesor Van Helsing, famoso investigador experto en la materia y desacendiente de un famoso cazador de vampiros. Al parecer, los asesinatos están relacionados con una secta satánica de la que forman parte destacados miembros del gobierno de Su Majestad. (FILMAFFINITY) [+]
30 de diciembre de 2020
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Última película producida por la Hammer del famoso vampiro. Una pena, pero la verdad es que si la intención era reflotar el personaje, menudo batacazo se dieron.
La película es mala de solemnidad. Y eso que el comienzo con un ritual de una secta satánica con personas muy influyentes en ella (como un ministro, un general, etc) no iba mal descarrilada, pero el posterior cocktail con Dracula, los motoristas en plan guardias de corps a lo James Bond, Scotland Yard, las vampiras ligeras de ropa, etc. es sencillamente descabellado.

Aquí la Hammer reúne de nuevo a dos mitos como Christopher Lee y Peter Cushing, que tanto rédito les produjo en la década de los 50 y 60. La aparición de Christopher Lee es bastante escasa. El y Peter Cushing intentan poner algo de oficio en esta historia llena de incoherencias, y un guión deshilvanado, que parece haber sido hecho con retazos al estilo Frankestein. Es difícil salvar algo de esta película, que constituye una muy triste despedida. Me imagino que los que pagaran la entrada de cine se sentirían defraudados; a no ser que sea uno muy fan, no hay por dónde cogerla.

Como en “Dracula 73”, la predecesora de ésta, la acción se traslada al Londres del siglo XX en un intento de actualización de Drácula, convertido en una suerte de magnate empresarial –totalmente tronchante, por no decir esperpéntico-. Sacar a Drácula de su época y su ambiente gótico con una falta de ideas tan evidente no parece lo más acertado.

Está claro que todo está bastante influenciado por la época en que está rodada (1973), con investigaciones policíacas, espías, ocultismo, satanismo y un toque de erotismo. Demasiados –ismos, cierto, pero poca esencia.
Lo peor de todo es que no tiene nada de terror, y se lo toman demasiado en serio como para que sea entretenida. El final es de lo peor que puede verse; Drácula se merecía algo mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Gabriel Ufa
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