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Voto de Palomitasconchoco:
2
Intriga. Cine negro Fred Madison (Bill Pullman), un músico de jazz que vive con su esposa Renee (Patricia Arquette), recibe unas misteriosas cintas de vídeo en las que aparece una grabación de él con su mujer dentro de su propia casa. Poco después, durante una fiesta, un misterioso hombre (Robert Blake) le dice que está precisamente en su casa en ese instante. Las sospechas de que algo raro está pasando se tornan terroríficas cuando ve la siguiente cinta de video... (FILMAFFINITY) [+]
1 de agosto de 2012
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pasarse las milenarias reglas de la narrativa por el forro a cuenta de un snobismo conceptual no me vale. Una vez más David Lynch mancilla el cine con una cinta insostenible, incoherente, sin esqueleto argumental, paranoica, viendo venir la película desde su todopoderosa silla de director en la que los límites del espacio tiempo se disuelven sin justificación alguna, y embiste a la inteligencia con fallos de racord premeditados, ignominiosos. A esta tónica habitual en el cine de Lynch, hay que añadirle el papel frío y pomposo de los escenarios, la construcción tediosamente deshumanizada de los personajes, las acciones tétricas y desacompasadas, el extraño aura de sofisticación que envuelve al filme hasta desnaturalizarlo, como si estuviera hecho para máquinas no para personas. Busca la excentricidad sólo para llamar la atención, para desconcertar, pero sin justificación alguna en el guión, y los personajes que van y vienen poniéndose en la piel de otros personajes que ya parecían desaparecidos, se vuelven monigotes al servicio del director deambulando como marionetas borrachas en una película donde nada tiene sentido, donde Lynch se autoensalza y se ríe del espectador. Para algunos esto es arte, para mí es una burla al espectador y no le niego un dominio magistral de la cámara, con planos sorprendentes especialmente en los picados y contrapicados, y con la iluminación fastuosa que utiliza en las escenas tenebristas con las que tanto disfruta este infame director, le sobran recursos técnicos e imaginación para dar lecciones, pero nada de ello se utiliza a favor de la película, si no de él mismo, de lo que él entiende por cine, poniendo al espectador en un plano muy alejado mientras el se autocongratula. Señor Lynch: ha perdido usted la perspectiva.

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Palomitasconchoco
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