¿De que nos extrañamos cuando vemos que el cine español apenas tiene espectadores? Son muchas las películas que como esta llegan a ser vistas alguna vez y eso va creando esa conciencia de no volver al cine cuando se sepa que es una película española, por miedo a ser engañados una vez más. Para los verdaderamente aficionados al cine, la película tiene un aliciente: se puede hacer cine con poco presupuesto. Otra cosa es el nivel de arte cinematográfico que pueda conseguir el director. Aquí, para empezar, el guión, en el que ha intervenido también el director y el protagonista principal, es bastante malo, con diálogos y situaciones absurdas, y un recurso a la religión que es lo único que parecen conocer los guionistas. Encontrar buenos actores es siempre difícil, y más si no tienes dinero para pagarles. En este caso el protagonista suple la falta de las otras dos protagonistas y te hace algo creíble el tema. De iluminación y fotografía está bastante bien y es ahí donde se pueden encontrar algunos elementos cinematográficos válidos, particularmente en las casa de ambiente rural. Y por último está el tema de película fantástica y de miedo. Algún sobresalto si produce, pero es mínimo para el derroche de situaciones que se supone deben dar miedo. Y en cuanto al lesbianismo de las dos protagonistas, me lo creo porque ellas lo han dicho, pero no me puedo creer que tengan un comportamiento como tal en el pueblo o en las casa o delante del cura. Por fin llega el fin, y vaya manera de introducir los títulos, temblando. Pero yo me he quedado de piedra cuando apenas puedo entender todo lo ocurrido y nada me lo aclara.