Más que comentar esta película, que en realidad se comenta por sí sola, a quienes habría que analizar es a los críticos. Debo ser un bicho raro, pero no me cabe en la cabeza que alguien en su sano juicio pueda no ya tomarse en serio, sino incluso disfrutar un subproducto de ínfimo nivel como este. Lo más ñoño, relamido, vulgar y carente de imaginación que he visto en mucho tiempo, que ya es decir. Para colmo pretende ser una comedia ligera y al mismo tiempo conmovedora, cuando cualquier telenovela sudamericana tiene más calidad que esta basura infumable. Y lo peor es que en la sala aún había quien se reía de vez en cuando, no sé muy bien de qué.
Ya sé que la crítica independiente hace tiempo que ha desaparecido del mapa, y que la cosa se mueve a golpe de pito. Tampoco se me escapa que de los éxitos festivaleros más que desconfiar hay que huir. Pero incluso con esas premisas me parece que podrían molestarse en disimular un poco.