"Golpe de estado" es un thriller político que tiene mucho de thriller y poco de político lo que le permite funcionar si eres de esos que disfruta con un cubo de palomitas en el regazo siempre que no la trama no sea demasiado compleja. Mantiene el nervio gracias a una forzada tensión que se basa en ir colocando a sus protagonistas una trampa tras otra de las que siempre salen airosos (por eso son americanos, rubios y guapos), escenificado todo en la simpleza de un golpe de estado. La película funciona como thriller de acción (o histérica persecución) pero que naufraga en su parte dramática o de denuncia (si es que la pretende) a pesar del forzado soliloquio de Brosnan en la terraza a media película. Pero eso tampoco es un inconveniente porque la película tiene ritmo y es entretenida, los actores están adecuados y el diseño de producción es creíble. Pero vamos, que no os engañen las apariencias, esto no es mas que una nueva película de acción con la historia de siempre: una familia americana en peligro en un pais extranjero. De acuerdo, han intentado poner algo de emoción en la relación entre los personajes y algo de denuncia en cuanto a las dictaduras y los intereses del capitalismo, pero lo han hecho solo durante cinco minutos. Aquí solo importan pasar ligeramente por encima de los motivos de unos (los teóricamente buenos) y obviar completamente los motivos de los otros (los teóricamente malos) estigmatizándolos hasta la parodia y convirtiéndolos casi en psicokillers. Y, pesar de eso, la parte de la acción está bastante conseguida y funciona razonablemente bien. Para pasar el rato, que se dice habitualmente.