Cuando te enfrentas a la secuela de una película original debes tener algo aun más original que contar o al menos debes contar cosas que el espectador no sabía de la película previa. Cuando te limitas a repetir una fórmula que funcionaba y no aportas nada nuevo, simplemente consigues una copia (en este caso menos inspirada) que deja mal sabor de boca al espectador que busca repetir la experiencia de su predecesora. No está mal rodada, The Butcher Brothers son dos directores que saben manejar la cámara pero han traicionado el espíritu gore de “The Hamiltons” (la primera película) donde todo era original y conseguía buenos momentos de tensión. Esta secuela apenas aprovecha las virtudes de la primera y no aporta nada mas, tiene alguna que otra escena magníficamente rodada pero huele a secuela precipitada, barata y enfoncada a un público adolescente seguidores de “Crepúsculo”. “The Hamiltons” era salvaje y evitaba cualquier infantilismo, cosa que no consigue “The Thompsons” que intenta adaptarse al gusto adolescente moviendo un grupo de guapos vampiros por la campiña inglesa. ¿Dónde está la sangre, sudor y arena de “The Hamiltons”? Se ha perdido en algún lado pero los directores aun no saben dónde.