Hacía ya bastante tiempo que no recordaba esa magia, esa magia del mundo al que nos transportaba el señor de los anillos, ese mundo mágico de Harry Potter, ese mundo en el que te adentras durante toda una tarde de sofá, palomitas y buena compañía.
Con esta película me he vuelto a sentir así, inmerso en ese mundo lleno de criaturas mágicas y peligros del que Tolkien nos habla en su obra literaria, fascinantemente traducida en el film de Peter Jackson.
Ese conjunto de enanos que a todos nos encanta y del que ya nos enganchamos en la primera parte de la trilogía, solo basto la escena de la cena para que todos quisiéramos tenerlos en casa y nos recogieran la cocina de esa forma tan particular, y claro esta acompañados del peculiar dúo Bilbo-Randalf, sin los que nada sería lo mismo.
Después de partir hacia la aventura y unos cuantos encontronazos con los orcos, el grupo de pequeños valientes continúan su hazaña para recuperar los antiguos dominios de los enanos, encabezados por Thorin Escudo de Roble, heredero por derecho del reino de Erebor, protagonizaran un sinfín de peculiares aventuras únicas, con oponentes de todo tipo de especies, humanas y animales, y que les llevaran hasta su objetivo final, Erebor y Smaug, pero una vez allí, ¿qué sucederá?, no parece demasiado fácil derrotar a una criatura de semejante tamaño, pero no hay que subestimar la valentía por el tamaño corporal.
Oscuridad, humor, aventura e incluso algún enamoramiento, una película que no te puedes perder, mágica, única, y perfectamente enlazada con el final que todos esperamos para este 2014.4/5 @Adab88