Guillermo del Toro nos regala un precioso cuento de hadas ambientado en plena guerra fría, la gran protagonista de "La forma del agua" es Eliza (Sally Hawkins), una empleada de la limpieza que trabaja en unas instalaciones del gobierno, su vida cambia por completo al descubrir una especie de hombre-anfibio encerrado y victima de diversos estudios llegando a experimentar una extraña conexión entre ambos. Del Toro sintetiza sus grandes obsesiones en esta película además de añadir una ácida crítica sobre el racismo, la homofobia y el estilo de vida americano en general, críticas a parte la película es un claro homenaje del director al cine de serie B de los años 50, una mezcla brillante entre lo fantástico y lo romántico.
El reparto es impecable, sin contar con el espectacular trabajo de Sally Hawkins merecen ser destacadas también las interpretaciones de Doug Jones como el monstruo, Richard Jenkins, Michael Shannon o Octavia Spencer.
En resumen, "La forma del agua" es una gran película, emocionante e imprescindible,aunque quizás cuatro Oscars sean muchos compitiendo con grandes películas como "Tres anuncios en las afueras" o "Los archivos del pentagono"