Interesante propuesta del reconocido director István Szabó tras quince años sin dirigir una película. Una pausa que rompe de la mano de un viejo conocido, Klaus Maria Brandauer, con quien, en los 80, obtuvieran el reconocimiento internacional con Mephisto. El húngaro propone el regreso a su localidad natal de un médico que se jubila de un gran hospital y se encuentra con las diferentes realidades de un pequeño pueblo. El enfrentamiento con el pasado y el presente haen que el protagonista tome una decisión. Correcta y con excelente manufactura y un guión local con reflejo global.