Eso es lo que aporta esta película al ya tan manido tema zombie; aire fresco; que no es poco.
En ella; un par de hermanos sobreviven como pueden al apocalipsis intentando encontrarse por una Australia de sotobosque.
Personajes carismáticos, sobre todo el maorí que cada vez que abre la boca suelta una frase de esas que nos gustan a los amantes de este género.
A pesar de su temática, tiene un montón de ideas nuevas que la hacen más que interesante; aunque incluya algunas escenas un poco sangrientas. Sin embargo, es el tono cómico lo que predomina en todo su metraje.
La única pega es un guion que se pierde y no sabe por dónde avanzar llevándonos a un clímax que no es el mejor posible pero que no enturbia la buena labor de ambientación; a caballo entre MadMax y la serie The walking dead (aunque sin arrastrar todos los fallos de ésta).
Una joyita australiana en toda regla.