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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de MatiasR:
9
Serie de TV. Drama Miniserie de 7 episodios. Kentucky, años 60. En plena Guerra Fría, la joven Beth Harmon (Anya Taylor-Joy) es una huérfana con una aptitud prodigiosa para el ajedrez, que lucha contra sus adicciones mientras trata de convertirse en la mejor jugadora del mundo ganando a los grandes maestros, en especial a los rusos.
26 de octubre de 2020
24 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre me llamó la atención que hubiera tan pocas historias de ajedrez en el cine o la televisión. Es cierto que no es fácil trasladar la complejidad del deporte a la pantalla, sin que se vuelva confuso o incluso aburrido, pero creo que el ajedrez tiene historias lo suficientemente interesantes (aunque sea desde el punto de vista biográfico) para inspirar más adaptaciones. The Queen's Gambit llega en un momento oportuno, ya que la pandemia del Covid-19 le dio un nuevo impulso de popularidad al ajedrez, a través de la virtualidad.

La serie está basada en un libro del mismo nombre que, de alguna manera, anticipó la carrera de Judit Polgar, ya que la jugadora húngara fue la primer mujer en ganarse un lugar en la élite del ajedrez mundial, llegando al puesto 8 del ranking mundial, y venciendo, al menos una vez, a todos los campeones mundiales importantes de su tiempo (Kasparov, Karpov, Anand, Kramnik, y Carlsen). Además, el estilo de la protagonista se asemeja al juego agresivo y dinámico de Judit. Aunque tampoco está de más aclarar (por si las dudas) que Polgar nunca tuvo los problemas de adicción que aquejaron al personaje principal de la novela/serie.

Respecto a la serie, hay que decir es que es una grata sorpresa, tanto para quienes somos aficionados al ajedrez (y por fin tenemos una historia que le hace justicia), como para quienes no sepan jugarlo, ya que pueden tener una primera aproximación al deporte, disfrutar de una gran historia y, quizás, seguir indagando por su cuenta. The Queen's Gambit encuentra el punto justo entre la presentación de nombres y conceptos troncales del ajedrez (Capablanca, Alekhine, Philidor, Siciliana, Caro-Kahn, etc) pero sin volverse demasiado técnica o críptica para quienes nunca lo jugaron. En ese equilibrio radica una de sus principales virtudes.

El otro motivo, sin dudas, es la caracterización de la protagonista. Afortunadamente, Beth Harmon es un personaje mucho más complejo de lo que se observaba en el avance promocional, en el que se hacía demasiado hincapié en sus adicciones. En la serie, ese problema está mucho más matizado, y si bien es una presencia más o menos recurrente, no define enteramente al personaje, si no que se complementa con otros aspectos como su pasado traumático, la relación con su madre adoptiva, la pasión/obsesión por el ajedrez, etc.

Y Anya Taylor-Joy, por supuesto. Desde el inicio de su carrera tuvo varios papeles interesantes, pero aquí realiza una actuación consagratoria que debería catapultarla al lugar que merece en el firmamento de Hollywood. Interpreta con excelencia a un personaje repleto de matices, y se carga al hombro todo el peso narrativo de la serie sin la menor dificultad. Además, Anya Taylor-Joy asume el desafío de representar a Beth primero como una adolescente recién salida del Instituto, luego como una mujer adulta, y hace todo ello con una naturalidad asombrosa. Especialmente cuando está delante del tablero, y puede expresar mucho sólo con una mirada.

Con los secundarios me pasa algo extraño; me gustó la caracterización de la mayoría, pero no tanto el uso que se hace de ellos en algunos tramos. Es decir, creo que hay un buen trabajo de guion y actores, pero a veces los personajes aparecen y desaparecen según convenga a la historia. Por ejemplo: la relación entre Beth y Beltik (Harry Melling, Dudley, en la saga de Harry Potter) está un poco forzada, o la aparición repentina de Jolene. A destacar el trabajo de Marielle Heller como madre adoptiva de Harmon (en gran sinergia con Anya Taylor), Bill Camp como su primer maestro (aunque un poco desaprovechado), y la desconocida Isla Johnston, que interpreta a Beth en su etapa del Instituto. Thomas Brodie-Sangster no me terminó de convencer, y a veces parece haberse escapado del set de Godless.

El trabajo técnico en The Queen's Gambit también es notable. Especialmente en lo que se refiere a la ambientación de la época, la banda sonora, y la dirección de Scott Frank, caracterizada (entre otras cosas) por los elegantes movimientos de cámara que muchas veces acompañan los recorridos de la protagonista a lo largo de los distintos escenarios.

En resumen, The Queen's Gambit es una de las grandes sorpresas del año, y una serie de visión obligatoria para quienes disfruten del ajedrez, o quieran aprender un poco del mismo. Ojalá tenga el reconocimiento que se merece.
MatiasR
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