La historia que estos dos descerebrados, en el sentimos más cordial y afectivo, el “Cabesa” y el “Culebra” han hecho, es algo que todavía nadie se había atrevido a contar, y eso que motivos no faltan. Su osadía lleva un valor adjunto que difícilmente nadie intentará.
En los aproximadamente hora y media de metraje, hacen un relato bastante acertado de nuestra vergonzosa sociedad. Han apuntado tan bien en la diana que el “Mundo es Nuestro” se debería revelar como la mejor película española del 2012, y no es una coña. La película cuenta con ese humor negro y andaluz que esta pareja de monologuistas 2.0( no perderse sus videos en You-Tube, sin desperdicio) destilan con sus diálogos afilaos y punzantes donde dilapidan lo que se había visto venir durante tantos y tantos años de cotillón y fiestas.
En pocas ocasiones se ha visto tan bien reflejada y en tan poco espacio nuestra fauna: la pareja de jóvenes que no se enteran de los problemas que hay alrededor, el tipo que va con un mono de trabajo pero que está en paro, la funcionaria pesimista y tocapelotas, el que necesita explotar por culpa de los incompetentes que han dirigido este país, el informático que trabaja de reponedor en Carrefour, por supuestos también están el empresario explotador y usurero con el banqueo corrupto y para rematar el representante del gobierno que no quiere problemas y por si fuera poco le han jodido un almuerzo justo cuando empezaba a devorar una langosta, todos y cada uno de nosotros está representado en este cuadro Berlanguiano, ahh… y lo más importante todo esto sucede en el marco de la Semana Santa sevillana mientras está pasando una procesión.
Una versión a la española de uno de los trabajos cumbres del maestro Sidney Lumet “Dog Day Afternoon” 1975, una historia real protagonizada por un brillante Al Pacino. En esta versión spanish vivimos los momentos más emblemáticos del original de Lumet: el efecto del síndrome de Estocolmo, el respaldo del pueblo, la ineptitud de las fuerzas de seguridad e incluso ese momento de pausa donde se comían un pizza aunque aquí hay un leve cambio esto es Sevilla y aquí se come SERRANITOS!!!
Lúcida entrada la de estos dos personajes al mundillo del cine, aire fresco de calidad para nuestra suerte, y sobre todo cine social adornado con humor, mucho humor que es lo que hace falta. Con lo difícil que es hacer reír al público en tan malos momentos estos macarras te arrancaran más de una carcajada, ¿qué más se puede pedir?


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