El cine de género tiene muchos seguidores, y uno de los subgéneros es el terror marino, con un gran protagonista "El tiburón", que es el principal generador de tensión en este tipo de películas desde que Steven Spielberg estrenara su película en 1975. En los últimos años y coincidiendo con el periodo estival se han estrenado varias películas cuyas historias se desarrollan en el interior del Océano marino con unos jóvenes que sufren una situación traumática por la presencia en ese lugar de los temibles escualos. En esta ocasión el británico Johannes Roberts, un experto en cine de terror y responsable entre otras de la primera parte de esta película estrenada justo hace 2 años, es el que está al frente de este proyecto que tiene como protagonistas a un grupo de jóvenes que viven en México y deciden introducirse en un Cenote para llegar hasta una ciudad Maya sumergida en el interior del agua.

La película se rodó en la República Dominicana en las escenas de exteriores, aunque la historia se desarrolla en México, y las escenas en el interior del agua en los estudios Pinewood y Basildon del Reino Unido.
Reconozco que no soy seguidor de este tipo de cine, en especial de las de terror marino, y no me había gustado la película de 2017 ( los personajes y las historias no tienen nada que ver ), pero al menos me ha entretenido, y me parece superior a lo habitual en este tipo de cine, y tiene algunas escenas de bastante tensión, sobre todo en las que hay una mayor amplitud de campo y una situación claustrofóbica que genera angustia, con independencia de la presencia de los tiburones que amenazan a las protagonistas. Los minutos iniciales de presentación de personajes no aportan nada, pero es una parte muy corta y, aunque tardan en aparecer las situaciones de terror, que principalmente tienen lugar en el tercio final, hay algún detalle interesante, y su corta duración ayuda a que la historia no aburra.

El principal problema es que las situaciones que se desarrollan a gran profundidad, con la cámara cercana a los personajes no me generan tensión, pero simplemente por la escena en donde los personajes están en el exterior del cenote sumergidos en un lugar sin salida y con la amenaza de que los animales marinos aparezcan en cualquier momento merece la pena.
No es una película en donde las interpretaciones ni los diálogos sean lo más importante, ya que únicamente busca entretener a los fans del género y a los que buscan desconectar durante hora y media de la realidad diaria. Es un cine de consumo rápido que recomiendo sobre todo al público joven, y a los que les gustó la primera parte o que lo pasan bien ( o mal ) según lo queramos ver con películas similares.

LO MEJOR: La tensión y la angustia generada en las escenas en donde la cámara no está cerca de los personajes.
LO PEOR: Es bastante irregular y no funciona como película de terror durante la hora inicial.

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