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España España · Cinecittà
Voto de Xavier Vidal:
7
Drama Sara ha estado sola toda su vida. Tiene 22 años y un bebé, su deseo es formar una familia junto a su hermano pequeño y el padre de su hijo. Su padre, Manuel, tras años de ausencia y al salir de la cárcel, decide reaparecer en sus vidas. Sara sabe que él es el principal obstáculo en sus planes y toma una decisión difícil: alejarlo de ella y de su hermano.
25 de octubre de 2019
33 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
En su debut en el largometraje, Belén Funes hace suya la máxima naturalista de filmar únicamente las acciones de sus personajes, sin diálogos que pongan al público en antecedentes, sin subterfugios que edulcoren o expliquen aquello que sucede ante nuestros ojos. "Personajes", en plural, o mejor dicho la Sara que interpreta con contención y emoción Greta Fernández, en singular y, para su desgracia, en soledad. La hija de un ladrón, heredera del estilo desnudo de los hermanos Dardenne, es una reivindicación de esas vidas de extrarradio que van de aquí para allá, haciendo mil cosas a la vez, contando días y billetes, temiendo al futuro y sin tiempo para soñar. Sara es incapaz de verbalizar su dolor y en su odisea pesa más lo que se oculta que lo que se muestra: de ahí que la película pueda resultar un su tramo inicial un poco tosca, como aquellas personalidades cerradas a cal y canto que en las primeras interacciones resultan inexpugnables pero que poco a poco van deshaciéndose de su coraza.

Fernández interpreta aguantando las lágrimas y el espectador debe recomponer las piezas y poner significados a todos los fotogramas, un ejercicio aparentemente ingrato que, como contrapartida, ofrece momentos de tierna humanidad. Cine maduro y complejo que discute sobre los yugos familiares, las ayudas sociales, las condiciones laborales y el micromundo en el que viven y sobreviven muchas personas, la gran mayoría mujeres jóvenes, madres e hijas. Puede que parte de la platea eche de menos más desgarro y probablemente muchos alegarán que su resolución funciona mejor como reafirmación de una tesis que como cierre real de la historia, pero nadie puede negarle a Funes las dosis de verdad que destilan sus fotogramas, su compromiso social, su equidistancia ideológica. En síntesis, esa mirada limpia, hinchada, alicaída e inocente de una Sara que crece en la memoria como uno de los personajes y de los conceptos más estimulantes del cine de 2019.

@Cinoscar & Rarities
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Xavier Vidal
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