Una pena porque la historia daba para más. Una historia en la que se mezcla el odio y la frustración por la derrota en unos, con la imbecilidad y la venganza gratuita de los otros.
Buen comienzo con un fusilamiento casi frustrado, en la que un pelotón de soldados yanquis novatos se niega a disparar sobre un reo sudista. Todos saben que la guerra está a punto de concluir pero órdenes son órdenes, aunque las dé un mamarracho de coronel.
Sigue la huida y la persecución correspondiente donde pasa de todo.
Guion desdibujado que deja muchas cosas en el aire. Dirección poco afortunada que no saca partido al choque de personalidades que se produce, de la transformación del buenismo en burda venganza cuando las cosas le pasan a uno y no a los demás. Venganza que arrastra a los infelices.
Mezcolanza de personalidades. Hay de todo, sádicos e imbéciles junto a gente honorable y generosa.
Acertada elección de paisajes en general bien fotografiados. Interpretaciones correctas con dos Ford, Glenn que empieza a hacer mutis por el foro y Harrison que asoma brevemente al comienzo.
Ritmo irregular con pasajes bufos. De lo mejor las escenas del descenso de los jinetes por un inclinado terraplén.
Una pena no haber sabido sacar partido al contraste de caracteres de los personajes de esta maldita persecución a caballo.
Cinta interesante pese a todo que puede gustar a los seguidores del western.