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España España · Madrid
Voto de Crochets:
10
Drama En una pequeña ciudad del estado de Tennessee se juzga a un profesor por enseñar a sus alumnos la teoría de la evolución de las especies. El darwinismo se enfrenta a una burda y fundamentalista teoría del creacionismo en una explosiva batalla judicial entre el abogado defensor Henry Drummond (Tracy) y el líder ultraconservador Matthew Harrison Brady (March). Basada en hechos reales. (FILMAFFINITY)
11 de septiembre de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos temas principales en esta película. ¿La Evolución y la religión? Bueno, evidentemente se puede ver así. Pero yo veo otros: la Razón y el Honor. Aunque se abandone el Creacionismo, o se reinterprete religiosamente la Teoría de Darwin, esta película seguirá siendo fresca. Mientras haya gente cerril o fanática, será el reducto de los que nos cansemos de repetir argumentos que se estrellen contra sus muros de necedad. Mientras haya gente que piense que te puede callar con golosinas, será el mantra que te recuerde lo que te debes a ti mismo.

Spencer Tracy está brillante (incluso en la versión latina, que fue la primera que vi, y que me impactó profundamente) en su papel de abogado defensor. La energía que transmite, la promesa de que no desfallecerá en su empeño de hacer que la razón prevalezca, la miríada de argumentos que plantea, jugando en terreno propio (con los expertos que convoca) y ajeno (¡Oh! No hay palabras para describir la excitación que me produce su sagaz repaso de la Biblia en su favor), su poder de palabra...

Es también de interés la relación que mantiene con el fiscal, de amistad y (completa) oposición en las opiniones. Tengo 24 años y ya tengo ese tipo de relación con más de una persona; me imagino, lector, que te ocurrirá parecido, por lo que creo que te impactará cómo ambos personajes se abrazan a lo que consideran cierto y lo defienden (con la palabra, que es como hay que hacerlo) aunque suponga un enfrentamiento entre amigos. No es traición, la traición sería no defender la verdad. Sin embargo, no me puedo poner de parte de nadie más que de Tracy. Todo está en su contra continuamente. Pero tiene razón. Y lo demuestra, a mis ojos.

Y cuando el tribunal dicta sentencia... ¡Sublime! La reacción de la Defensa es El Honor. Ahí lo tenéis definido, sólo habéis de verla. Llamadme romántico, llamadme loco, llamadme tonto optimista. Me da igual. Cuando hayáis acabado de reíros de mí, me veré La herencia del viento.

Y tal vez la veáis, y me entendáis.
Crochets
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