Simple pero efectista entretenimiento pre-veraniego, de la mano de Disney y Jerry Bruckheimer.

Como casi todos los productos de este tipo, la historia esta escrita por y para el desfile de fuegos artificiales y escenas de batalla. El ritmo correcto suple la falta de carisma de la mayoría de los protagonistas, de la que presumen otras producciones de Bruckheimer como La Roca o Piratas del Caribe.

Destacar las piruetas y movimientos "parkout" del protagonista, muy cercanos a los del videojuego, del que por otro lado toma lo necesario.

Con un Jake Gyllenhaal cumplidor y meritoriamente caracterizado pero con poco gancho entre el público interpretando al "Príncipe" Dastan, una guapa Gemma Artenton que caracteriza el manido "damisela-en-apuros-pero-que-da-guerra", Ben Kingsley que hace de nuevo de "Ben Kignsley de malo" y un acertado Alfred Molina como el secundario graciosete de turno.

En resumen, coqueta película de aventuras con el sello Disney que nos trae de nuevo a las lejanas tierras del Oriente Medieval, pero fácilmente olvidable si eres mayor de 15 años.