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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
5
Intriga. Thriller El día de su quinto aniversario de boda, Nick Dunne (Ben Affleck) informa que su esposa Amy (Rosamund Pike) ha desaparecido misteriosamente. Pero pronto la presión policial y mediática hace que el retrato de felicidad doméstica que ofrece Nick empiece a tambalearse. Además, su extraña conducta lo convierte en sospechoso, y todo el mundo comienza a preguntase si Nick mató a su esposa... Adaptación del best-seller "Perdida", de Gillian Flynn. (FILMAFFINITY) [+]
11 de octubre de 2014
82 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
El éxito de “Perdida”, tal y como esperaban sus productores (entre los que se encuentra la actriz Reese Whiterspoon), es un hecho, tanto a nivel de público como de crítica, desde el mismo día de su estreno como ya algunos pronosticaban, y todo parece indicar que figurará entre los films elegidos para los futuros Oscars: película, director, actriz, montaje, sonido... incluso sumará más apartados, supongo. Por ello creo que las pocas referencias que no sean tan entusiastas vayan a hacerle mella, incluso las que la pongan a parir. Hoy por hoy no serían tomadas en cuenta ante tal “boom”. He realizado noventa y nueve comentarios, o críticas, o como quieran llamarlas, siempre respetando el no reventar nada importante de ninguna película, independientemente de si me había gustado o no, y, haciendo una excepción, “Perdida” es mi único comentario hasta la fecha con spoiler- destripador que he hecho, así que si no la han visto debo pedirles que dejen de leer aquí.
SPOILER:
Y esto del spoiler es porque, aunque me parece correcta, no seré yo quien la ponga a parir, no hay nada que destaque por estar mal, creo que sería más interesante comentar sus entrañas e intenciones, que son más dudosas. Su guión, basado en un best seller, no inventa nada nuevo. Para el diseño de lo más importante de su historia, su protagonista femenina, en esta traslación a la pantalla, se ha bebido del mejor “melo” americano de la década de los treinta y de los cuarenta, sobre todo me viene a la memoria “Que el cielo la juzgue”, de John M. Stahl, que también provenía de una novela, (Ben Ames Williams), se toma del cine noir francés, desde Truffaut o Chabrol, pero sin la habilidad de lograr su disección social ni su pasión desaforada, ni siquiera al principio de la relación de sus protagonistas. Tiene gotas de sexo y punto “gore” a lo Verhoeven pero más recataditos, no hay desquicies divertidos como en “Atracción fatal” pero sí que hay evocaciones a Haneke. El personaje de Amy es lo más entretenido de la película, bien llevado por Rosamund Picke. Kim Dickens destaca sobre el resto, que sin más cumple sus cometidos. Las licencias y agujeros de su guión, empiezan a ser evidentes desde que seguimos a Amy tras su desaparición o sobre todo desde que a Amy se le da cobijo en una “casita” megapija, donde se raya en la inverosimilitud. Se maquillan estos deslices con “giros inesperados” de su guión, más pendientes de forzar la sorpresa al público que de analizar el ámbito donde se desarrolla la acción o la psicología de sus personajes. Su dirección formal intenta seguir ese clima desazonador tan de moda ya, como en el fim “Prisioneros”, a su vez combinado (porque Fincher es buen conocedor del medio televisivo) con los ambientes sinuosos de “Twin Peeks” o de la sorpresiva serie francesa “Les revenants”. Todo está bien adobado, pero para llegar a un final, que evita ser el “happy end” habitual aunque huele a chamusquina, no lleva a ninguna parte y hasta quizás encierre un mensaje reaccionario tanto de conformismo personal (más que de hipocresía social) como de cierta misoginia. Dos horas casi y media para esto es mucho tiempo, por ello Fincher hay momentos que intenta darle profundidad en su ritmo, pero eso es parsimonia, no es introspección. Y como en muchas películas actuales su ambiente sonoro está cuidado, más que su banda sonora. Creo que es un film pasable pero en absoluto creo que se trate de algo más destacable, porque hay mucha trampa y cartón, bien escondidas, pero sin talento. Incluso sus propios títulos de crédito se asemejan más a un telefilm que a su “Seven”, que tenía uno de los mejores créditos iniciales vistos en mucho tiempo. Y todo ello me parece el resultado de un buen merchandising más que de un buen film, arropado por una gran legión que arropan a Fincher, que está de moda, algo que ya ocurrió cuando encumbraron a Lynch y lo sutituyeron por Tim Burton, o cuando adoraban a M. Night Shyamalan y lo sustituyeron por Nolan, que junto a Fincher, parecen ser los que hoy ocupan el podio.
Maggie Smee
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