Media votos
5,9
Votos
4.196
Críticas
11
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Alej:
9
6,5
18.107
Comedia
Dante Hicks y Randal Graves, dependientes de una tienda de barrio de Nueva Jersey y mejores amigos, se ven forzados a buscarse un nuevo empleo en el universo de la comida rápida, siempre acompañados de sus actitudes desafiantes, sus escandalosas vulgaridades y su desenfrenada pasión por tocar las narices a los clientes. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2008
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han pasado diez años, y los protagonistas Dante y Randal llevan todo ese tiempo trabajando como cajeros en la misma tienda “quick stop”, y debido a un repentino incendio se ven obligados a cambiar de empleo, pasando a ser cajeros de un establecimiento de comida rápida Mooby's, donde el eslogan es "I'm Eating It" (Me lo estoy comiendo), imitando la campaña de McDonalds. Allí conocen a Becky, su nueva jefa, y a su nuevo compañero Elías. Un detalle es que casi todo está rodado en localización interior, en el restaurante de fast food. Hasta los propios Jay y Bob se trasladan hasta allí, con sus gamberradas como tarjeta de presentación
Los protagonistas ya no son estudiantes ni tan jóvenes, tienen ya 30 años y empiezan a replantearse su vida, llevan demasiado tiempo con un mismo tipo de empleo sin motivaciones ni futuro aparentes y para colmo la empresa para la que han pasado a trabajar forma parte de esas franquicias del consumismo y la comida basura, lo que le da un toque más denigrante a su situación. Ahora además, Dante va a casarse con Emma con la que se mudará lejos, lo que supone replantearse un paso importante y un cambio radical en su vida. Podemos observar la evolución y madurez de los personajes desde la precuela hasta ahora y durante la misma trama, cómo maduran, a pesar de que sea algo menos apreciable en Radal debido a su personalidad rebelde y sociópata.
Quizás pierde la frescura respecto a la primera parte, más independiente, mientras que ésta esta pueda tener un toque más comercial. Pero por supuesto, Smith hace un despliegue de lo que ha demostrado saber hacer mejor: situaciones disparatadas y grotescas; y diálogos ágiles, ingeniosos, transgresores y razonados, subidos de tono pero madurados, todo aderezado con humor gamberro e hilarante. Destacan las clásicas conversaciones sobre sexo, la intensa discusión sobre las expresiones racistas o las charlas frikis como la de famosa escena en la que comparan la trilogía de ESDLA y la de Star Wars a favor de ésta: “ESDLA son películas de gente andando, […] ¡si hasta los árboles andaban en esas películas!”.
El argumento no es nada sorpréndete, al contrario, destaca su sencillez, su cercanía y sus personajes muy humanos y bien construidos. Calificada por algunos como la comedia romántica menos empalagosa de la historia, en efecto, junto a su humor salvaje nos cuenta una historia de amistad y amor que alcanza su clímax en los últimos minutos del metraje y que gracias a su sinceridad y proximidad puede llegar al espectador con más profundidad que muchas películas cuya finalidad fuese esta.
En todo caso es una cinta que hace reír, emociona y hace pensar, y que no decepciona a sus seguidores, siendo uno de los mejores trabajos de Kevin Smith. Dicen que las segundas partes nunca son buenas, pero en esta ocasión, afortunadamente, no es así.
Los protagonistas ya no son estudiantes ni tan jóvenes, tienen ya 30 años y empiezan a replantearse su vida, llevan demasiado tiempo con un mismo tipo de empleo sin motivaciones ni futuro aparentes y para colmo la empresa para la que han pasado a trabajar forma parte de esas franquicias del consumismo y la comida basura, lo que le da un toque más denigrante a su situación. Ahora además, Dante va a casarse con Emma con la que se mudará lejos, lo que supone replantearse un paso importante y un cambio radical en su vida. Podemos observar la evolución y madurez de los personajes desde la precuela hasta ahora y durante la misma trama, cómo maduran, a pesar de que sea algo menos apreciable en Radal debido a su personalidad rebelde y sociópata.
Quizás pierde la frescura respecto a la primera parte, más independiente, mientras que ésta esta pueda tener un toque más comercial. Pero por supuesto, Smith hace un despliegue de lo que ha demostrado saber hacer mejor: situaciones disparatadas y grotescas; y diálogos ágiles, ingeniosos, transgresores y razonados, subidos de tono pero madurados, todo aderezado con humor gamberro e hilarante. Destacan las clásicas conversaciones sobre sexo, la intensa discusión sobre las expresiones racistas o las charlas frikis como la de famosa escena en la que comparan la trilogía de ESDLA y la de Star Wars a favor de ésta: “ESDLA son películas de gente andando, […] ¡si hasta los árboles andaban en esas películas!”.
El argumento no es nada sorpréndete, al contrario, destaca su sencillez, su cercanía y sus personajes muy humanos y bien construidos. Calificada por algunos como la comedia romántica menos empalagosa de la historia, en efecto, junto a su humor salvaje nos cuenta una historia de amistad y amor que alcanza su clímax en los últimos minutos del metraje y que gracias a su sinceridad y proximidad puede llegar al espectador con más profundidad que muchas películas cuya finalidad fuese esta.
En todo caso es una cinta que hace reír, emociona y hace pensar, y que no decepciona a sus seguidores, siendo uno de los mejores trabajos de Kevin Smith. Dicen que las segundas partes nunca son buenas, pero en esta ocasión, afortunadamente, no es así.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película comienza en blanco y negro, como en la otra Dante va abrir la tienda en la que trabaja y se la encuentra incendiada, y ahí comienza el cambio, con las llamas a color y el resto en blanco y negro, hasta que todo es completamente a color. Al final de la película ocurre a la inversa, las imágenes vuelven a blanco y negro mostrándose cómo todo vuelve a ser como antes una vez que los protagonistas han retomado sus vidas.