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Voto de Francisco Javier Millan:
9
Ciencia ficción. Acción. Drama Un monstruo marino prehistórico, que ha permanecido décadas aletargado después de que la humanidad tratara de destruirlo, se enfrenta a malvadas criaturas que, animadas por la arrogancia científica del hombre, amenazan la vida de la raza humana. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2014
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gareth Edwards ha obrado un milagro, ha creado una poderosa cinta de monstruos realizada desde el punto de vista de la escala humana y ha conseguido acallar cualquier duda gracias a un interesante ejercicio de suspense y sentido de la maravilla que en pequeñas dosis se nos va mostrando progresivamente en la pantalla.
Curiosamente, y de manera paralela, estamos ante un brillante ejercicio de marketing, donde los avances y diferentes trailers parecen mostrar una historia que luego termina siendo muy diferente.
Deudora no solo de las antiguas cintas de la Toho sino también de la estimable opera prima del propio director (“Monsters”), una obra que aunque primeriza, nos hacía entrever la fascinación que se puede crear con ciertas imágenes.
Lejos quedan otras adaptaciones, como la que llevó a cabo Roland Emmerich rodeado de un estreno acogido por la crítica y por parte de los espectadores de manera un tanto tibia. Mientras Emmerich se dejaba influir por la ola “jurásica” que vivieron los años 90, Edwards nos muestra a la criatura rindiendo pleitesía al canon establecido por la franquicia japonesa, mezclada con la psicosis colectiva post 11-S.
Muchas son las escenas que son resueltas de una manera brillante, con una inclusión racional de los efectos especiales, que aunque destacan por su magnificencia, siempre son mostrados de una manera subjetiva y en ocasiones hasta sutil.
La acción parece estar dividida en diferentes segmentos, donde una serie de situaciones se van desarrollando hasta el gran climax final, que se inicia con una magnífica secuencia en el Golden Gate.
No sin antes mostrar poderosas imágenes como la del salto desde el avión o el ataque en la niebla mientras atraviesan un puente con el tren.
Dentro de lo fantástico de la propuesta, la realización se plantea tan realista, que llegarás en alguna ocasión a creer que estás viendo semejante destrucción sentado desde el sillón de tu casa y a través de la CNN.
Y ojo con el reparto, el tráiler muestra una serie de actores, que apenas llegan a tener ni un cuarto de su presencia en el metraje.
Estamos ante un claro ejemplo de que el cine de entretenimiento cuando se plantea bien, puede no solo maravillar sino también crear piezas cinematográficas de una calidad desbordante. Esta película tiene de esto y mucho más.
Y sin duda su mayor cualidad es la de atrapar al espectador y dejarlo con la boca abierta en más de una ocasión. Hacía tiempo que no sentía esto en una sala de cine.
Francisco Javier Millan
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