Es esta una película que vuelvo a retomar después de muchos años, tal vez 20 o por ahí y que recordaba como algo que no he vuelto a sentir en esta ocasión.
Hay que reconocer que tiene muchas cosas interesantes, esos planos de NYC, Joseph Cotten, sus secundarios de lujo y una temática fantástica poco habitual en el cine clásico.

Es principalmente una película romántica y desgraciadamente Jennifer Jones a mi no me ha encajado, ni tampoco que resulta un poco pretenciosa en su inicio y tiene múltiples cambios de estilo donde me choca ese estilo simulando la proyección sobre lienzo que luego no volvemos a ver en el resto de la película.

Tiene hermosos momentos, muy bien filmados y destacaría además la relación que se establece entre Joseph Cotten y Ethel Barrymore. Hay un gran esfuerzo de puesta en escena para conseguir el efecto fantástico, muy trasnochado para nuestro días pero esta pelí tiene más de 70 años.

Es una película que hay que ver, tiene muchos puntos positivos, pero no me llegado a llenar del todo, no ha conseguido en mi el efecto que busca y tampoco el que recordaba. Igual me he vuelto más insensible.