Una maravillosa película, llena de lánguida y apacible poesía que se disfruta lentamente.
Seleccionada para el Festival de Berlín esta película de Werner Herzog me recordó la no menos admirable The Sheltering Sky (El cielo protector) de Bernardo Bertulluci.
No busquen en ellas alocada acción ni aventuras desmedidas. Tampoco busquen en ella un relato biográfico de la dama inglesa pues la intención de Herzog es evidente que no esa.
La película se disfruta como una suave y apacible brisa.