Esperaba con ilusión lo nuevo de Noe pero, me ha defraudado bastante (claro que superar su éxito, Irreversible, era difícil). La película empieza muy bien, pero cuando lleva 90 minutos entramos en el desenlace y esperamos a que la peli acabe en unos 10 minutos como es habitual... Pero el bromista de Gaspar Noe no la hace acabar, nos va dando como ¨falsas esperanzas¨ o, diferentes desenlaces, hasta llegar a las 2 horas y media, lo que se hace inaguantable. Eso sí, repite con la técnica de la grúa de Irreversible y el montaje es el punto fuerte de la película. Si la queréis ver, no os desespereis... creo que la intención de Noe, al grabarla, era ¨a ver hasta que punto puede aguantar el espectador¨ o directamente ¨vamos a quedar-nos contigo, espectador¨. Interesante planteamiento, pero como espectador, ha podido conmigo... Si la podéis ver (yo lo hice en el pasado Festival de Sitges y, espero que se distribuya al menos en algún cine, cosa que, tal y como está la industria, lo veo difícil), vedla con la paciencia que necesita una película así.