Vincenzo Natali es un director que me desconcierta muchísimo. De hecho esta Nothing es más propia de una extravagancia de ópera prima que de una tercera película posterior a grandes obras como fueron Cube y Cypher. Luego vendría una película bastante mala como Splice, pero entre medias de todos estos bandazos se sitúa Nothing.

Estamos ante una especie de comedia que a veces roza la comedia absurda. La verdad es que Nothing como película no está tan mal, su premisa es interesante y, aunque como comedia no acabe de despegar, es lo suficientemente entretenida como para darte una buena hora y media de diversión.

Sin embargo, hay algo que me superó en todo esto: su pareja protagonista me resultó terriblemente mala, sin gracia y casi sin aptitudes interpretativas. Tanto David Hewlett como Andrew Miller me resultaron pesados y sin gracia, y eso es demasiado peso para una película que se desarrolla en un 95 % con esos dos únicos personajes en pantalla.

Ese gran lastre no me dejó disfrutar plenamente de una película que no va más allá de "curiosa". Me recordó a Symbol de Hitoshi Matsumoto, aunque aquélla sí que me encantó.