Dos días, una noche relata los intentos de Sandra (Marion Cotillard, Origen), durante un fin de semana, por convencer a sus compañeros de que voten a su favor entre la disyuntiva de recibir una prima de 1.000€ o de que Sandra mantenga su puesto de trabajo.
La cámara sigue en todo momento a esta mujer derrotada, sumida en una depresión, que descubre, en su incorporación a su puesto de trabajo, que la mayoría de sus compañeros prefieren recibir una prima a que ella conserve su empleo.
Dejando a un lado lo que considera su dignidad, Sandra visitará a cada uno de sus compañeros para que sean conscientes de lo que supondría para ella perder la votación.
Marion Cotillard realiza una maravillosa interpretación de esta mujer agotada y aparentemente vencida, que apenas puede resistirse a este ingrato destino debido a su enfermedad. Cotillard es la protagonista absoluta de esta producción, seguida incesantemente por esa cámara que nos sitúa en su piel y su sufrimiento durante esos dos días y una crucial noche del título.
La puesta en escena sobria, exenta de una banda sonora que acompañe los pasos de la protagonista, nos convierte en espectadores de los distintos comportamientos del ser humano: la solidaridad, la empatía, el egoísmo, la intransigencia, la vergüenza o la insensibilidad.
En resumen, una más que digna producción con la que se inicia la sección oficial de este festival de cine de autor, que se sustenta en el buen hacer de su protagonista, y que supone un recorrido por los comportamientos de personas de carne y hueso, con sus grandezas y sus miserias.

Lo mejor: la interpretación de Marion Cotillard.

Lo peor: la ausencia de la banda sonora.

http://www.bollacos.com/seminci-2014-dos-dias-una-noche-deux-jours-une-nuit-3