Divertida y obscena, esta es más que solo una de las mejores películas animadas para adultos. Se siente como otro episodio de la serie, pero a un nivel más alto en comparación con las primeras temporadas. Esta película juega con la sátira y parodia tomando muchos elementos de las películas animadas infantiles del momento dando como resultado una ingeniosa cinta que rompe la imagen de las películas animadas como algo infantil aunque en el pasado han existido obras que hicieron lo mismo. Escuchar a los protagonistas putear mucho es un deleite y la banda sonora es muy linda. Lo mejor que más se destaca de esta película es su concepto ya que refleja lo muy extremistas que pueden ser los padres de familia al querer censurar o boicotear algo creyendo que le hacen un bien a los niños sin tener en cuenta que eso conlleva a la censurar la libertad de expresión y el arte. Es algo bastante reflexivo que se lo puede comparar con las quejas de los padres tanto en el pasado como en la actualidad al querer culpar a los artistas o creadores de dicho contenido cuando son los padres los que tienen que supervisar lo que los niños consumen. Aquí todo es llevado a un nivel exagerado, pero tiene un punto muy claro. Es como si esta película ser parodiara a si misma al ser una cinta de aspecto infantil que puede llegar a ser controversial para los padres. Es una película muy ingeniosa en ese aspecto que supo jugar muy bien con la hipocresía de los padres de familia y la censura en el arte cinematográfico mezclado con el típico humor de South Park. No es descabellado pensar que esta película claramente transmite un mensaje ya que la censura y controversia extrema que refleja es algo que muchas veces ocurrió antes y podría ocurrir de nuevo. Por todo ello, esta película es una de las mejores cosas que South Park ha traído para mostrar a través de su sátira y humor otra de las muchas cosas que suceden en nuestra realidad. Mi calificación final para esta película es 9/10.