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España España · Shangri-La
Voto de Echanove:
4
Ciencia ficción La NASA encuentra en la Luna restos de una antigua raza humanoide que dejó mortíferos robots... (FILMAFFINITY)
26 de mayo de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a haber dirigido solo cuatro películas en casi tres décadas, entre 1988 y 2017, atención al dato porque Robert Dyke ya ha perpetrado otra más, aún no estrenada, y de nombre “Liquid Red”. En este su debut en la dirección, si bien es cierto que luego realizó dos bastante curiosas, lo cierto es que su ópera prima fue bastante flojita.

Se trata, como ya se ha dicho aquí del típico 'scifi' ochentero de serie B. Y su mayor problema que es que ni siquiera es graciosa por lo mala, como a veces ocurre. Es que a partir de la mitad del metraje es simplemente aburrida, al margen del sinfín de gazapos y errores factuales chapuceros que contiene, como que en la luna haya la misma gravedad que en la tierra o que la munición de las armas sea inagotable. Por no hablar de la propia factura del film, con algunos saltos de montaje estrambóticos y una música plúmbea y soporifera.

Con todo, tiene un inicio prometedor y que sabe crear cierto interés, con obvias referencias a la saga "Alien", e incluso cierta inquietud e intriga en las secuencias del primer viaje en que durante su paseo espacial el personaje de Walter Koenig encuentra el extraño cadáver y el artefacto. Como tampoco está del todo mal lo que se refiere a la reunión entre el agente del Gobierno y el personal de la NASA en paralelo con la que se está montando en otros lugares del edificio y que tendrá su culminación en la secuencia del enfrentamiento en el pasillo con el robot.
Son secuencias que al menos a mí me parecen moderadamente resultonas pese (o, precisamente, a causa) de su simplicidad) y en las que, al contrario de lo que han comentado otras personas, no me parece tan grave la pobreza de los efectos especiales. Aunque, eso sí, los robots/monstruos/malos/villanos sean una burda mezcla de los cylones de “Galáctica” y Mazinger Z.

Lo que sucede es que a partir de la preparación del nuevo viaje de exploración, tras la escena en el local de striptease, la película se viene abajo y ya cuando encuentran en el último tramo Walter Koenig y Bruce Campbell a la mujer hibernada interpretada por una actriz que es mejor no menciona, porque luce insípida como una pasa seca, ya la calidad baja hasta el subsuelo. Y ello es así, aparte de porque Walter Koening vuelva a demostrar lo limitadito que siempre fue como actor o por las muchas deficiencias técnicas, por las carencias de un guión paupérrimo y con unos diálogos de tercera.

En ningún momento se definen bien los personajes, aunque los hayamos visto borrachos en aquel local de copas y tías en bolas de la tierra o se nos haya mostrado torpemente algún retazo de la vida privada de Koenig en la secuencia con su hijo. O aunque nos hayan querido colar cierto guiño generacional con lo que dicen en el bar de que que fueron demasiado jóvenes en la década de los 60 y ahora ya son demasiado viejos en los 80. Casi todo lo que nos han dicho la peli hasta entonces de ellos mismos son bobadas, como que a uno en sus anteriores empleos en el ejército le han llamado “Penetrador” y al otro “Einstein”. Y luego cuando de sopetón y sin condimento alguno en la puesta en escena aparece la mujer descongelada no hay tampoco la menor química y la peli sigue fría como un témpano. Por eso no es que las secuencias sean lentas o que haya poco ritmo, sino que nos parece que son así porque nos importa poco más que un pimiento el destino de quienes las protagonizan.
Echanove
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